Cuando Wendy y yo comenzábamos nuestra familia, pasábamos largas horas hablando acerca del mundo con que nuestros hijos se encontrarían. Aunque todavía nos preguntamos, de una cosa estamos seguros: El futuro está seguro en las manos de Dios. Podemos confiar en Él, no importa lo que pase.

La perspectiva histórica es un trasfondo importante para confiar en Dios. La Biblia describe la historia con un principio y un fin. Es lineal, no circular, como algunas religiones sostienen, y con tres marcadores importantes:

• La creación. La primera frase de la Biblia es: “Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). Jesús estaba presente: “Él estaba con Dios en el principio” (Juan 1:2).
• La redención y restauración. El nacimiento, muerte y resurrección de Jesús cumplió el plan de Dios para restaurar nuestra relación con Él. Esto se convirtió en el momento decisivo de toda la historia.
• La consumación. La Biblia describe una “culminación” definitiva en la cual Dios reunirá “en Él todas la cosas, tanto las del cielo como las de la tierra” (Efesios 1:10).

Ahora estamos en el periodo previo a la consumación. Cada persona (¡incluyéndole a usted!) y todos los acontecimientos tienen un propósito; ya sea un nacimiento o una muerte, un descubrimiento científico o una tormenta descomunal. No es momento de quedarse pasivo sino de estar alerta, involucrarse y de confiar plenamente en Dios en todas las situaciones, mientras Él escribe Su glorioso capítulo final (ver Mateo 24:42).

Día 24: Una Perspectiva Eterna