El que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo.
Cuando hacemos cualquier tipo de ajuste significativo en nuestra vida, los primeros 30 días son cruciales. Los estudios demuestran que este es el tiempo que toma dejar un hábito o establecer uno nuevo. Así que, permita que el “hábito” de estudiar la Palabra, aprendiendo sobre el carácter y los caminos de Dios, se arraiguen a su vida. Usted ha comenzado una aventura que dura toda una vida, pero existen riesgos.
Vea aquí dos maneras de desviarse del camino y cómo manejar cada una.
- La familia y los amigos no le entienden. Independientemente de lo mucho o poco que le haya contado a otros, ellos notarán cambios en usted. Algunos querrán saber más, y otros podrán mostrarse antagónicos y se burlarán de usted. Lo mejor es no ponerse a la defensiva ni discutir, y dejar que Cristo, quien ahora vive en usted, les ame a través de usted. Con suerte, a su debido tiempo, ellos también querrán cambiar. Pero, haga lo que haga, no permita que los demás le arrastren hacia sus viejos hábitos.
- Los malos hábitos que no son fáciles de romper. Tal vez usted está en una relación dañina o se siente agobiado por las luchas de toda una vida. Le puede parecer que es demasiado difícil. Usted puede pensar: “No voy a poder vivir esta nueva vida.” No se deje llevar por esos pensamientos. En base a mi experiencia, no tardará mucho en experimentar verdaderas victorias. Recuerde, Jesús le adoptó tal como usted es. Él le ama incondicionalmente y le guiará y fortalecerá en cada paso del camino.
¿Le ha pedido a Dios que le muestre lo que Él desea que usted deje de hacer o qué buenos hábitos le gustaría que desarrollara? Busque consejo de alguien que se interesa por usted.