Parte 15: La Segunda Venida del Rey
Jesucristo vendrá nuevamente como el Señor de toda la creación a establecer el Reino Celestial en la Tierra.
Desde el principio, el plan de Dios fue que Jesucristo viniera a la tierra dos veces. La primera vez, Él vino como nuestro Salvador a morir por nuestros pecados. Y la segunda vez Él vendrá como el Señor de toda la creación a establecer el Reino Celestial en la Tierra.
¿Cuando pasará esto?
Sus discípulos le preguntaron, y Él les respondió, "Solo el Padre tiene la autoridad para fijar esas fechas y tiempos, y a ustedes no les corresponde saberlo". (Hechos 1:7) Nosotros no sabemos cuando Jesús volverá a la tierra; lo que es importante es cómo vivimos mientras tanto. Cristo nos dijo que tenemos que amar a Dios y a los demás. Que debemos estar llenos del Espíritu Santo. Que debemos testificar de Cristo al mundo; que le tenemos que hablar a los demás de Él. Que debemos ser buenos y amorosos, y manifestar el fruto de Su Espíritu Santo.
Aunque nosotros no sabemos cuándo Jesús va a regresar, si sabemos muchas cosas que van a pasar cuando Él regrese. La primera vez que Él vino fue como un siervo sufrido, pero la próxima vez, Él regresará como el Rey de reyes. Él vendrá liderando los ejércitos del cielo, para luchar una batalla victoriosa contra las fuerzas del mal en la tierra. Esos días están descritos por Juan: "Entonces vi el cielo abierto, y había allí un caballo blanco. Su jinete se llamaba Fiel y Verdadero, porque juzga con rectitud y hace una guerra justa. Sus ojos eran como llamas de fuego, y llevaba muchas coronas en la cabeza. Tenía escrito un nombre que nadie entendía excepto él mismo. Llevaba puesta una túnica bañada de sangre, y su título era «la Palabra de Dios». Los ejércitos del cielo vestidos de lino blanco y puro de la más alta calidad lo seguían en caballos blancos. De su boca salía una espada afilada para derribar a las naciones. Él las gobernará con vara de hierro y desatará el furor de la ira de Dios, el Todopoderoso, como el jugo que corre del lagar. En la túnica, a la altura del muslo, estaba escrito el título: «REY DE TODOS LOS REYES Y SEÑOR DE TODOS LOS SEÑORES»." (Apocalipsis 19:11-16)
Luego de la gran batalla de Armagedón
Habrá un día del juicio final. Tal como Juan lo describe, "Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. La tierra y el cielo huyeron de su presencia, pero no encontraron ningún lugar donde esconderse. Vi a los muertos, tanto grandes como pequeños, de pie delante del trono de Dios. Los libros fueron abiertos, entre ellos el libro de la vida. A los muertos se les juzgó de acuerdo a las cosas que habían hecho, según lo que estaba escrito en los libros. El mar entregó sus muertos, y la muerte y la tumba también entregaron sus muertos; y todos fueron juzgados según lo que habían hecho. Entonces la muerte y la tumba fueron lanzadas al lago de fuego. Este lago de fuego es la segunda muerte. Y todo el que no tenía su nombre registrado en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego". (Apocalipsis 20:11-15)
Después del día del juicio
Juan dice: "Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido y también el mar. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo desde la presencia de Dios, como una novia hermosamente vestida para su esposo. Oí una fuerte voz que salía del trono y decía: «¡Miren, el hogar de Dios ahora está entre su pueblo! Él vivirá con ellos, y ellos serán su pueblo. Dios mismo estará con ellos. Él les secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más».
Y el que estaba sentado en el trono dijo: «¡Miren, hago nuevas todas las cosas!». Entonces me dijo: «Escribe esto, porque lo que te digo es verdadero y digno de confianza».
También dijo: «¡Todo ha terminado! Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. A todo el que tenga sed, yo le daré a beber gratuitamente de los manantiales del agua de la vida. Los que salgan vencedores heredarán todas esas bendiciones, y yo seré su Dios, y ellos serán mis hijos". (Apocalipsis 21:1-7)
Mientras estamos en la tierra
Vemos la vida a través de un cristal oscuro. El mundo material; la ropa, los carros, las personas, las finanzas, todas parecen muy reales para nosotros. Pero no vemos el mundo espiritual. En el cielo, entenderemos verdaderamente cuán real es el mundo espiritual. Y Jesucristo reinará en este mundo real como Rey, y Dios borrará toda lágrima de nuestros ojos. Nuestro desafío ahora es amar y servir a Cristo, cuando lo eterno no es aparente y cuando hacer el bien no es siempre recompensado. Pero lo debemos hacer sabiendo que el mismo Cristo a quien alabamos en Navidad, un día reinará como Rey de reyes y Señor de señores. "Pues nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado; el gobierno descansará sobre sus hombros, y será llamado: Consejero Maravilloso, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Su gobierno y la paz nunca tendrán fin..." (Isaías 9:6-7)
Este es el Jesús que nosotros adoramos: El que nació en Belén; creció y se convirtió en un hombre; quien enseñó, amó, sanó, y cuidó a miles; quien Se sacrificó al morir por nuestros pecados -- este es el mismo Cristo quien regresará un día como Rey de reyes y Señor de señores. Su reino de amor y paz y gozo durará por toda la eternidad. Alabémosle hoy.