Parte 3: Su Vida y Ministerio
El Hijo de Dios vino a vivir en la tierra como un ser humano, dándonos un ejemplo de cómo debemos vivir nuestras vidas y llevar a cabo el ministerio.
De niño, Jesús vivió por un corto tiempo en Egipto, con José y María, hasta que el rey Herodes murió.
"Cuando Herodes murió, un ángel del Señor se le apareció en un sueño a José en Egipto. «¡Levántate! —dijo el ángel—. Lleva al niño y a su madre de regreso a la tierra de Israel, porque ya murieron los que trataban de matar al niño». Entonces José se levantó y regresó a la tierra de Israel con Jesús y su madre; pero cuando se enteró de que el nuevo gobernante de Judea era Arquelao, hijo de Herodes, tuvo miedo de ir allí. Entonces, luego de ser advertido en un sueño, se fue a la región de Galilea. Después la familia fue a vivir a una ciudad llamada Nazaret y así se cumplió lo que los profetas habían dicho: «Lo llamarán nazareno»." (Mateo 2:19-23)
Jesús comenzó su ministerio público cuando tenía 30 años de edad.
Su primo, Juan el Bautista, era un profeta quien hablaba a Israel con la verdad, y bautizaba a las personas en el Río Jordán. "Luego Jesús fue de Galilea al río Jordán para que Juan lo bautizara, pero Juan intentó convencerlo de que no lo hiciera. —Yo soy el que necesita que tú me bautices —dijo Juan—, entonces, ¿por qué vienes tú a mí?
Pero Jesús le dijo: —Así debe hacerse, porque tenemos que cumplir con todo lo que Dios exige. Entonces Juan aceptó bautizarlo". (Mateo 3:13-15) "Después del bautismo, mientras Jesús salía del agua, los cielos se abrieron y vio al Espíritu de Dios que descendía sobre él como una paloma. Y una voz dijo desde el cielo: «Este es mi Hijo muy amado, quien me da gran gozo»." (Mateo 3:16-18)
Jesús comenzó a predicar y a juntar discípulos,
-- personas que le seguirán y más tarde comenzarían la Iglesia Cristiana. "Cierto día, mientras Jesús caminaba por la orilla del mar de Galilea, vio a dos hermanos —a Simón, también llamado Pedro, y a Andrés— que echaban la red al agua, porque vivían de la pesca. Jesús los llamó: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!». Y enseguida dejaron las redes y lo siguieron." (Mateo 4:18-20) Jesús rápidamente juntó discípulos que serían Su grupo más cercano de seguidores, pero Su ministerio no se limitaba a ellos. Según Él iba viajando a través de Israel, miles de personas se reunían para escuchar Sus enseñanzas.
Jesús enseñó acerca del Reino de Dios, Su amor y justicia.
El sanó los enfermos. En tres ocasiones, Él resucitó a personas de entre los muertos. Las personas trataron de hacerle rey en la tierra debido a los milagros que Él hizo, pero Él les dijo que su Reino no era de este mundo. Jesús no vino para establecer un reino político terrenal sino como el Rey de Reyes quien reinaría por toda la eternidad en nuestros corazones. Jesús regresará un día a la tierra y establecerá Su reino el cual no tendrá fin. Pero todavía no era Su tiempo para eso.