Parte 5: Jesús Tiene Amor y Compasión
Jesús enseñó y dio ejemplo de amor y compasión por los demás.
El amor y la compasión de Jesús eran extraordinarios.
Él vino en un tiempo turbulento, cuando naciones habían estado en guerra entre ellas por muchos años. Sin embargo, Jesús enseñó a la gente no solo a amar a sus amigos, sino a amar incluso a sus enemigos. Él dijo: “A los que están dispuestos a escuchar, les digo: ¡amen a sus enemigos! Hagan bien a quienes los odian. Bendigan a quienes los maldicen. Oren por aquellos que los lastiman. Si alguien te da una bofetada en una mejilla, ofrécele también la otra mejilla. Si alguien te exige el abrigo, ofrécele también la camisa. Dale a cualquiera que te pida; y cuando te quiten las cosas, no trates de recuperarlas. Traten a los demás como les gustaría que ellos los trataran a ustedes... Deben ser compasivos, así como su Padre es compasivo.” (Lucas 6:27-36)
Cristo no sólo enseñó amor, Él mismo fue ejemplo de amor también.
Jesús perdonó los pecados de las personas cuando vinieron a Él. “Cierto día, mientras Jesús enseñaba, algunos fariseos y maestros de la ley religiosa estaban sentados cerca. (Al parecer, esos hombres habían llegado de todas las aldeas de Galilea y Judea, y también de Jerusalén). Y el poder sanador del Señor estaba presente con fuerza en Jesús. Unos hombres llegaron cargando a un paralítico en una camilla. Trataron de llevarlo dentro a donde estaba Jesús, pero no pudieron acercarse a él debido a la multitud. Entonces subieron al techo y quitaron algunas tejas. Luego bajaron al enfermo en su camilla hasta ponerlo en medio de la multitud, justo frente a Jesús. Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al hombre: ‘Joven, tus pecados son perdonados’.” (Lucas 5:17-26)
Jesús también estaba lleno de compasión por aquellos que tenían necesidades.
“Jesús recorrió todas las ciudades y aldeas de esa región, enseñando en las sinagogas y anunciando la Buena Noticia acerca del reino; y sanaba toda clase de enfermedades y dolencias. Cuando vio a las multitudes, les tuvo compasión, porque estaban confundidas y desamparadas, como ovejas sin pastor.” (Mateo 9:35-38) Esto era un hecho frecuente para Él y no simplemente algo que Él sentía solo ocasionalmente. Su amor no estaba limitado a Sus amigos y a aquellos que Él conocía. La Biblia dice: “Dios es amor” (1 Juan 4:8). La naturaleza misma de Cristo, como Dios, es amor.