Amando A Los que son Difíciles de Amar
Amar a las personas difíciles de amar demuestra el amor de Dios por nosotros.
“Si solo amas a quienes te aman, ¿qué recompensa hay por eso? Hasta los corruptos cobradores de impuestos hacen lo mismo”.
Estamos rodeados de todo tipo de personas. Algunas son fáciles de amar. Otras, tendemos a ignorarles. Y también están aquellas personas que actúan en formas que nos hacen querer odiarles.
Vea aquí tres tipos de personas a las que podríamos tender a menospreciar o incluso odiar - y lo que la Palabra de Dios dice acerca de ellas:
1. “Los que Sirven”
La gente de muchas culturas desprecia a los meseros, oficinistas o trabajadores manuales. Actuamos como si ellos solo existieran para satisfacer nuestras necesidades y no prestamos atención a sus sentimientos.
Pero Pedro dice en su carta: “Y todos vístanse con humildad en su trato los unos con los otros, porque ‘Dios se opone a los orgullosos pero da gracia a los humildes” (1 Pedro 5:5).
El amor de Dios significa tener un corazón humilde para otros.
2. “Los Pecadores”
Jesús contó una historia sobre dos personas orando en el templo: un fariseo y un despreciado cobrador de impuestos. El fariseo oraba: “Te agradezco, Dios, que no soy un pecador como todos los demás... ¡Para nada soy como ese cobrador de impuestos”! (Lucas 18:11)
Por otro lado, el cobrador oraba: “Oh Dios, ten compasión de mí, porque soy un pecador”. (Lucas 18:13)
Jesús dijo: “Les digo que fue este pecador —y no el fariseo— quien regresó a su casa justificado delante de Dios. Pues los que se exaltan a sí mismos serán humillados, y los que se humillan serán exaltados”. (Lucas 18:14)
El amor de Dios está disponible para todos, incluyendo a los pecadores.
3. “Los Extranjeros”
Las noticias de hoy están llenas de historias sobre gente que se odia mutuamente por causa de su raza, sus creencias o sus sentimientos hacia nosotros.
Pero Jesús dijo: “¡Amen a sus enemigos! Hagan bien a quienes los odian. Bendigan a quienes los maldicen. Oren por aquellos que los lastiman”. (Lucas 6:27-28)
El amor de Dios alcanza incluso a aquellos que se oponen a Él y lo calumnian.
Conclusión
Cada ser humano es hecho a la imagen de Dios (Génesis 1:26). Cuando no respetamos u odiamos a otra persona, estamos faltándole el respeto a Dios. Cuando a Jesús se le pidió resumir los mandamientos, Él dio solo dos: Ama a Dios y “Ama a tu prójimo como a ti mismo. Ningún otro mandamiento es más importante que estos”. (Marcos 12:31)
Cuando, por el poder del Espíritu Santo, amemos humildemente a los que Sirven, a los Pecadores y a los Extraños en nuestras vidas, la gente verá el amor de Dios (ver también Juan 13:35), y el Señor Jesús será glorificado.
Ore esta semana:
Señor, hay mucha gente difícil de amar en mi vida. Por favor, dame el poder de Tu Santo Espíritu para amar con un corazón humilde y orar por ellos, y así glorificarte.