Bendiga a Aquellos que le Maldicen
¿Qué es lo peor que a usted le ha pasado? ¿Cuán difícil es amar a alguien que le ha ofendido o herido?
“...les digo: ¡Amen a sus enemigos! Hagan bien a quienes los odian. Bendigan a quienes los maldicen. Oren por aquellos que los lastiman..”
Hace algunos años, nuestra familia fue lastimada muy duramente cuando unos muy buenos amigos nuestros (o que al menos pensábamos que lo eran) trataron de sabotear el proceso de adopción en el que nos encontrábamos en ese momento. Ellos le mintieron a la agencia e incluso dijeron que nosotros éramos malos padres con nuestra propia hija. ¡Estábamos tan enojados y nos sentimos tan traicionados!
El Mejor Ejemplo
¿Sabe usted Quién más se ha sentido traicionado por un amigo cercano? Jesús. Estaba escrito en el Antiguo Testamento: “Hasta mi mejor amigo, en quien tenía plena confianza, quien compartía mi comida, se ha puesto en mi contra.” (Salmos 41:9)
Tuvimos que tomar una decisión difícil como familia: orar y no dar lugar a la ira. Pero tenemos el Mejor Ejemplo. Jesús, aún cuando estuvo en la cruz oró: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” (Lucas 23:34) Sabemos que tenemos que perdonar y orar por quienes nos lastiman, como Jesús lo hizo, sin importar lo que hayan hecho en contra nuestra. Acerquémonos a Dios, como la Biblia no enseña, “Entrégale tus cargas al Señor, y él cuidará de ti.” (Salmos 55:22)
La Promesa de Dios
La Biblia nos dice también que “El testigo falso no quedará sin castigo; el mentiroso tampoco escapará.” (Proverbios 19:5) En lugar de orar porque nuestros amigos sean castigados, oramos para que ellos se arrepientan de su pecado y que no puedan herir a nadie más. Dios nos ha dado la fortaleza para orar para que las cosas que ellos hagan delante de Dios, prosperen. Y sabemos que podemos confiar en que Sus promesas se cumplirán en nuestras propias vidas: “Los que conocen tu nombre confían en ti, porque tú, oh Señor, no abandonas a los que te buscan.” (Salmos 9:10)
Ore esta semana:
Padre, ayúdame a entender que Tu voluntad para mí, es el amar a mis enemigos y orar por ellos para que Tu les bendigas.