¿Cómo Dios cambia mi Vida?
¿Qué significa el recibir el Espíritu Santo?
Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!
¿Qué significa tener una experiencia que le cambia la vida a uno?
Recién cuando recibí a Cristo como mi Señor y Salvador hace muchos años atrás, mi vida estaba llena de muchas cosas sucias que yo sabía eran desagradables para Dios. Mi problema era que yo no tenía el poder de cambiar, aún cuando yo quería cambiar. Yo traté de cambiar mi vida de muchas y diferentes maneras, pero nunca nada perduró. Yo seguía volviendo atrás, viviendo como siempre lo había hecho.
Sin embargo, la noche en que acepté a Cristo como mi único Señor y Salvador, la noche en que fui salvo y Cristo se hizo real en mi vida, mi corazón cambió radicalmente. Inmediatamente supe que Dios estaba dispuesto a darme tanto el deseo como el poder, de cambiar mi vida. Las cosas que solía odiar, ahora las amaba, y las cosas que solía amar, ahora las odiaba. Por ejemplo, antes de ser salvo, yo nunca quería ir a la iglesia y después de ser salvo, no dejaba de ir a la iglesia. Antes de ser salvo, yo pensaba que la Biblia era aburrida, y después no podía dejar de leerla. Tal como Dios lo había prometido, las cosas viejas pasaron y todo se hizo nuevo. ¡Literalmente fue un cambio de vida!
¿Qué es lo que alguien necesita para que su vida cambie?
Para cambiar, una persona necesita dos cosas: el deseo de cambiar y el poder de cambiar. Si un hombre profundamente desea caminar pero está paralizado en ambas piernas, como quiera no puede caminar. Tener el deseo de cambiar pero no tener el poder real para hacerlo es muy, muy frustrante y hace que sea imposible cambiar. Podemos aplicar esta verdad a la vida cristiana, en que el deseo de cambiar viene desde adentro, pero el poder que necesitamos para cambiar solo se hace disponible a través de la obra del Espíritu Santo.
"Pues Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a él le agrada." (Filipenses 2:13)
Eso significa que necesitamos recibir el Espíritu Santo para poder hacer cambios verdaderos y duraderos en nuestras vidas. En el momento en que alguien se convierte en creyente, Dios el Padre, le da el Espíritu Santo para que viva permanentemente dentro de él(ella), lo cual le da todo lo que necesita para hacer cualquier cambio en su vida:
"Mediante su divino poder, Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para llevar una vida de rectitud. Todo esto lo recibimos al llegar a conocer a aquel que nos llamó por medio de su maravillosa gloria y excelencia" (2 Pedro 1:3)
El Espíritu Santo no solo nos da deseos de Dios, sino que también nos da el poder que necesitamos para ayudar a que esos deseos se cumplan en nuestras vidas.
¿Cómo me ayuda el Espíritu Santo a hacer estos cambios grandes en mi vida?
Cuando entregamos nuestras vidas al Señor, el Espíritu Santo inmediatamente comienza a darnos hambre por la verdad. Con el Espíritu Santo viviendo dentro de nosotros, nuestro deseo de conocer a Cristo comienza a dominar y controlar nuestra vida. Es importante apreciar que cuando el Espíritu Santo nos ayuda a entender lo que la Biblia dice de una manera sencilla, eso es una obra sobrenatural de Dios.
Según leemos más la Biblia, aprendemos acerca de las cosas que le agradan a Dios y las cosas que no le agradan también. Mientras leemos, el Espíritu Santo nos da un nuevo deseo de hacer lo que le agrada a Dios y de deshacernos de todo lo que no le agrada. Esto puede ser extremadamente refrescante para el nuevo creyente ya que nunca lo ha experimentado antes, y ahora el Espíritu Santo lo ha hecho maravillosamente real para él(ella).
Si permito que el Espíritu Santo esté en mi vida, ¿puedo confiar en que Él hará los cambios correctos en mi vida?
“Ustedes, los que son padres, si sus hijos les piden un pescado, ¿les dan una serpiente en su lugar? O si les piden un huevo, ¿les dan un escorpión? ¡Claro que no! Así que si ustedes, gente pecadora, saben dar buenos regalos a sus hijos, cuánto más su Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes lo pidan." (Lucas 11:11-13)
Al principio de mi caminar con Cristo, yo noté un patrón del Espíritu Santo:
- Él me convenció de que algo en mi vida estaba mal,
- Yo le permití que me ayudara a quitarlo, y
- Él puso algo mucho mejor en mi vida para reemplazar lo que Él había removido.
Dios nunca saca algo de nuestras vidas sin reemplazarlo con algo mucho mejor. Ponga esta verdad en práctica en su vida, y verá cómo Dios hace que se vuelva más y más como Su asombroso Hijo. ¡Qué emocionante!
Ore esta semana:
Padre, por favor, ayúdame a permitir que tu Espíritu Santo comience a mostrarme todas las formas en que Él quiere enriquecer mi vida a través de Su obra piadosa en mi vida, y ayúdame a no tener miedo de entregarle mi vida para que Él pueda hacer exactamente eso; cambiar mi vida.
¿Alguna vez ha querido abrir su vida a Cristo para que Él pueda cambiarle, o aún tiene miedo de lo que los demás puedan pensar de usted si toma esa decisión?