Cómo Sanar la Adicción
Esperanza para los que sufren y están atrapados.
“Ustedes dicen: «Se me permite hacer cualquier cosa», pero no todo les conviene. Y aunque «se me permite hacer cualquier cosa», no debo volverme esclavo de nada.”
Adicción es una palabra pesada, con muchos significados. Tendemos a pensar en ella como el extremo. Sin embargo, cualquiera puede sufrir de adicción, y es mucho más común de lo que usted piensa.
La Organización Mundial de la Salud nos dice que a nivel mundial, 6 millones de personas mueren cada día por el uso del tabaco, y 3.3 millones mueren por causas relacionadas con el alcohol.
Por años el alcohol, las drogas y el fumar han causado mucha miseria. Pero ahora podemos añadir la pornografía, la adicción a la televisión, comer en exceso, comprar y juegos de video. Por ejemplo, en Nuevo México, USA, una mujer estaba pasando más de 12 horas al día jugando un juego de video con varios jugadores -y dejó morir de hambre a su hija de 3 años de edad. Claramente, nuestro mundo necesita ser sanado de la adicción.
Incluso actividades normales pueden dañarnos cuando las llevamos a los extremos. Pablo nos dice en 1 Corintios 6:12, “Ustedes dicen: «Se me permite hacer cualquier cosa», pero no todo les conviene. Y aunque «se me permite hacer cualquier cosa», no debo volverme esclavo de nada.” Una adicción significa que nos hemos permitido ser "dominados" por algo.
Quizás otros creyentes le hayan dicho: “Huye de todo lo que estimule las pasiones juveniles” (2 Timoteo 2:22) o “Resistan al diablo” (Santiago 4:7). Pero las adicciones vienen con aspectos mentales, emocionales y físicos que juntos, ejercen una atracción mucho más poderosa que una tentación regular.
Veamos aquí tres cosas que pueden ayudarle a sanar la adicción…
1. Clame a Dios
Primero lo primero - ¿Es usted un seguidor de Cristo? Aun antes de pedir ayuda para salir de su adicción, usted debe arreglar sus cuentas con Dios.
Durante un tiempo de dificultad extrema, David escribió: “Clamé al Señor, quien es digno de alabanza, y me salvó de mis enemigos. Me enredaron las cuerdas de la muerte; me arrasó una inundación devastadora”. (Salmo 18:3-4) Dios no le contestó a David hasta que clamó a Él.
Comience por reconocer que usted no puede vencer su adicción en sus propias fuerzas. Jesús dijo: “Humanamente hablando es imposible, pero para Dios todo es posible”. (Mateo 19:26)
2. Busque Ayuda de Otras Personas
Cuando estamos atrapados en el pecado, nuestro impulso es aislarnos de otros creyentes. ¡Esto es también lo que quiere Satanás! Pasar tiempo con otros creyentes y compartir sus luchas es un paso importante para escapar la adicción. Sí, puede ser degradante, e incluso humillante, pero sus hermanos y hermanas en Cristo le pueden ayudar con oración. “Confiesense los pecados unos a otros y oren los unos por los otros, para que sean sanados.” (Santiago 5:16) Vea también Hebreos 10:24.
3. Corte con ello, de raíz
En el Sermón del Monte, Jesús habló de esta manera sobre la tentación sexual: “Por lo tanto, si tu ojo —incluso tu ojo bueno[a]— te hace caer en pasiones sexuales, sácatelo y tíralo. Es preferible que pierdas una parte de tu cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno”. (Mateo 5:29)
Jesús nos estaba diciendo que si cualquier objeto o persona consistentemente nos conduce a pecar, necesitamos echarlo fuera de nuestras vidas. Por ejemplo, si sus amigos quieren que usted consuma drogas con ellos, usted necesita buscar nuevos amigos. Si usted tiende a mirar a las mujeres con lujuria, no vaya a la playa en verano. Si no puede resistir la pornografía en el internet, necesita instalar filtros en su computador - o deshacerse del computador totalmente.
Si usted ha luchado con una adicción, por favor, sepa que hay esperanza, y que el Dios que hizo el universo está listo para liberarle de su adicción cuando usted clame a Él.
Ore esta semana:
Señor, estoy cansado de ser dominado por mis adicciones. Por favor, muéstrame la salida y dame la fuerza de tu Espíritu Santo para tomar la salida. Ayúdame a ayudar a otros que necesiten de esta ayuda también.