Devocional Semanal

Cómo Seguir los Mandamientos de Dios

La historia de Jonás nos muestra lo que ocurre cuando desobedecemos los mandatos de Dios.

on 23/10/2018

El Señor le dio el siguiente mensaje a Jonás, hijo de Amitai: ‘Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive. Pronuncia mi juicio contra ella, porque he visto lo perversa que es su gente’. Entonces Jonás se levantó y se fue en dirección contraria para huir del Señor. Descendió al puerto de Jope donde encontró un barco que partía para Tarsis.

Jonás 1:1-3

Cuando comencé la universidad, sentí a Dios ordenándome a hacer un compromiso total con una familia de la iglesia para que Él pudiera trabajar a través de compañeros creyentes para hacerme más como Jesús. 

¿Cómo respondí? Desobedecí, y mi vida sufrió un doloroso descenso mientras continué ignorando los mandatos de Jesús. Fue solo por Su gracia y misericordia que Dios me recibió de vuelta, y yo comencé a tomar Sus mandatos seriamente de nuevo.

¿Alguna vez ha tratado usted de evadir un mandato directo de Dios?

Una historia en la Biblia, de un profeta llamado Jonás, nos muestra más claramente lo que puede ocurrir cuando un creyente en Dios desobedece abiertamente Sus mandatos -- y también revela mucho sobre el verdadero carácter de Dios. 

Escuchando los Mandatos de Dios

Primero debemos responder una pregunta que mucha gente tiene: "¿Por qué debemos escuchar los mandatos de Dios? ¿Cómo podemos estar seguros de que Dios tiene nuestros mejores intereses en Su corazón?" El apóstol Pablo nos da una respuesta que provee mucha esperanza.

“¿Qué podemos decir acerca de cosas tan maravillosas como estas? Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién podrá ponerse en nuestra contra? Si Dios no se guardó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no nos dará también todo lo demás?” (Romanos 8:31-32

La Biblia también hace claro que seguir los mandamientos de Dios prueba nuestro amor por Jesús y nuestra apreciación por el sacrificio que Él hizo por nosotros en la cruz.

“El amor consiste en hacer lo que Dios nos ha ordenado, y él nos ha ordenado que nos amemos unos a otros, tal como ustedes lo oyeron desde el principio.” (2 Juan 1:6)

Entonces, ¿cómo sabemos qué seguir? Bueno, Dios lo hizo bastante fácil disponiendo muchos mandatos específicos para nosotros en las Escrituras, incluyendo algunos bien conocidos, como “no mates”, “no codicies” y otros en los Diez Mandamientos. Pero Él también nos habla en un nivel personal – como lo hizo conmigo en mi historia que les compartí – y nos guía hacia en la dirección que debemos ir a través de nuestra vida diaria. El Señor quiere que crezcamos en una comunión más profunda con Él. No podemos hacer eso si descartamos Sus mandatos, como hizo Jonás. Acoger Su voluntad para con nosotros es la mejor forma de conocerle mejor.

Qué Ocurre cuando Desobedecemos 

Como se ve en la historia de Jonás, las cosas se salen totalmente de lugar cuando él ignora los mandatos de Dios.

El Señor llamó a Jonás para que fuera a Nínive y la llamara al arrepentimiento de sus pecados (Jonás 1:1-3). Jonás no quería hacer esto porque él sentía que los ninivitas, un enemigo del pueblo judío, no merecían la gracia de Dios, así que él huyó de Dios. 

Tras su desobediencia, Jonás fue atrapado en una densa tempestad mientras se encontraba en un barco, y fue arrojado por la borda, donde luego es tragado por un gran pez (Jonás 1:11-15).

Dios estaba haciéndole claro a Jonás que Él vio su desobediencia y no estaba contento con ello. Como resultado de la desobediencia de Jonás, su vida fue arrojada al caos y él no estaba experimentando lo que era la intención de Dios para él. Pero Dios también coordinó estos eventos en la vida de Jonás para que él no tuviera otra opción que obedecerle. Dios no siempre actúa de manera tan obvia en nuestra vida cuando le desobedecemos, pero esta historia nos demuestra cuán serio es para Dios el que sus seguidores realmente le sigan. 

Después de algunos gruñidos, Jonás terminó en Nínive y, renuentemente, siguió el mandato de Dios de llamar a Nínive al arrepentimiento de sus pecados (Jonás 3:1-5). Y algo curioso ocurrió, ¡ellos se arrepintieron inmediatamente! (Jonás 3:6-9)

El Carácter de Dios Revelado

Esto es lo que Dios quería desde un principio, para demostrar que Su gran gracia y Su misericordia están disponibles para todos, incluso para las personas que una vez eran enemigos de Él y de Su pueblo. De hecho, todos nosotros éramos una vez como los ninivitas -enemigos de Dios por causa de nuestro pecado- pero la gracia y el amor de Dios es más grande que cualquier pecado que podamos imaginar. 

“Pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores.” (Romanos 5:8)

Esta oportunidad de arrepentimiento estuvo disponible solo porque Jonás eventualmente decidió obedecer los mandatos de Dios. ¿Qué podría hacer Dios a través de nosotros, si consideráramos seriamente el obedecer Sus mandatos?


Ore esta semana:

Dios, ayúdame a confiar en Tu voluntad para mi vida y enséñame a escuchar tus mandatos. Confío en que tu plan para mi vida es el mejor para mí. Gracias por tu gracia y misericordia. Amén.


¿Ha desobedecido usted a Dios esta semana? ¿Cómo puede dar pasos para obedecerle de ahora en adelante?

Haga clic AQUÍ para hablar con alguien al respecto.

¿Le gusta este contenido?

¿Le gustó lo que acaba de leer? Suscríbase para recibirlo en su buzón como un e-mail

Suscríbase