¿Tiene la oportunidad de compartir acerca de Cristo? La semana pasada, hablamos sobre las palabras que usted pudiera usar para compartir el Evangelio con alguien. ¿Y si no quieren escuchar? ¿Qué pasa si se mete en un problema por causa de tener una conversación acerca de Jesús? En Su amor, Dios nos instruyó sobre cómo ser Su mensaje, aún antes de hablar: “mantengan entre los incrédulos una conducta tan ejemplar que, aunque los acusen de hacer el mal, ellos observen las buenas obras de ustedes y glorifiquen a Dios…” (1 Pedro 2:12). ¿Cómo se vería esto en su vida?

En Su Hogar

Una de las mejores maneras de tener un hogar santo y victorioso es mostrando el fruto del Espíritu: “amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio” (Gálatas 5:22-23). ¿Puede imaginarse el impacto que su familia podría tener en su comunidad cuando lo vean a usted interactuando de esta manera? Las familias cristianas pueden trabajar juntas para el Señor a medida que se “someten unos a otros, por reverencia a Cristo. (Efesios 5:21)

En su Iglesia

Jesús le dijo a sus seguidores: “De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros” (Juan 13:35). La Biblia nos anima a “abandonar toda maldad y todo engaño, hipocresía envidias y toda calumnia” (1 Pedro 2:1). En cambio, los miembros de la iglesia pueden pensar en formas de “estimularnos al amor y a las buenas obras” (Hebreos 10:24).

En el Mundo

Cada vez que usted trabaja con otros, usted puede “trabajar de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo” (Colosenses 3:23). Puede que no nos gusten las cosas que tenemos que hacer, pero podemos comportarnos de manera que honre al Señor, aún cuando estemos en desacuerdo con alguien. Recuerde, Jesús nos enseñó: “hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo” (Mateo 5:16).
Al vivir para Dios y dirigir la alabanza y la atención hacia Él, le glorificamos. También le da la oportunidad de ser un poderoso testigo cuando la gente se pregunta qué es lo que le hace tan diferente a otros. Recuerde: la salvación no se puede ganar por buenas obras, así que no son suficientes para llevar a una persona a creer en Jesús. Pero las obras le pueden dar la oportunidad de compartir “la razón de su esperanza” (1 Pedro 3:15).