Devocional Semanal

Cuando Ore, Espere lo Inesperado

En esta serie veremos algunas de las maneras en que Dios contesta la oración.

Cuando Ore, Espere lo Inesperado
on 15/06/2014

“Vino al mismo mundo que él había creado, pero el mundo no lo reconoció. Vino a los de su propio pueblo, y hasta ellos lo rechazaron;” (Juan 1:10-11)

Nuestro Padre Celestial Sabe Lo Que Es Mejor

A veces, Dios nos da exactamente lo que pedimos y cuando se lo pedimos. Pero, cuando Sus respuestas no son inmediatas, a menudo es porque tiene algo mejor para nosotros. En esta serie veremos algunas de las maneras en que Dios contesta la oración.

Diez Centavos Ahora, o un Dólar Más Tarde

Hace muchos años, un hombre sabio le ofreció a sus amados sobrinos un regalo: diez centavos hoy, o un dólar la semana próxima. El más joven tomó los diez centavos y corrió a la tienda y se compró una bolsa de caramelos. El mayor, aunque su boca se le hizo agua al ver a su hermano disfrutar de los caramelos, esperó pacientemente hasta que pasara la semana. Él recibió el dólar prometido y se compró un juguete que disfrutó por un largo tiempo.

Esta historia ilustra cómo Dios puede que se abstenga en darnos algo que deseamos, o nos da algo diferente que a la larga resulta ser mucho mejor. Él nos dice que: “Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes.” (Isaias 55:9) La respuesta de Dios a su oración puede que se vea muy diferente a lo que usted espera.

Cómo Dios Respondió “Sí” de Forma Inesperada

Dios se reveló a Sí mismo a los israelitas y les prometió un Mesías, quien libertaría a Su pueblo. Ellos esperaban un salvador político, quién restauraría la nación de Israel, vencería a los opresores y atraería a gente de todas las naciones del mundo a Dios. Cuando Jesús fue traicionado y entregado para ser ejecutado por los romanos (de quienes Israel quería ser liberada), las esperanzas de los judíos se desvanecieron.

Pero Dios tenía un plan mayor que era suplir las necesidades y conquistar los enemigos de TODOS los pueblos. El plan de Dios era “reconciliar al mundo consigo mismo, no tomando más en cuenta el pecado de la gente.” (2 Corintios 5:19). Las Escrituras prometen “Él quitará la nube de tristeza, la sombra de muerte que cubre la tierra. ¡Él devorará a la muerte para siempre!” (Isaias 25:7-8a)

El plan de Dios para el mundo va más allá de la política humana, incluye TODAS las naciones (no solamente Israel), y puede liberar a TODO el mundo del pecado y de la muerte. Su respuesta a las oraciones de Israel no fue lo que Israel esperaba, sino de hecho, fue muchísimo mejor. La respuesta de Dios a sus oraciones puede extenderse más allá de lo que usted pueda imaginar.


Ore esta semana:

Agradeciéndole a Dios por responder “Sí” a sus oraciones

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