Dios en el Medio de la Tormenta
¿Dónde está Dios? ¡Él está más cerca de lo que usted piensa! ¿Qué puede hacer Él? ¡Más de lo que usted se imagina!
“...Enfrentamos conflictos de todos lados, con batallas por fuera y temores por dentro..” (2 Corintios 7:5)
En tiempos como éstos se siente como si se estuviera formando una tormenta. Las noticias alrededor del mundo solo muestran eventos alarmantes; ataques, muertes de personas inocentes, aviones que se estrellan en la Península del Sinaí, bombardeos en Beirut, y ataques en las calles de París… Todo esto nos hace pensar “¿cuando terminará todo esto?”
Durante los Tiempos Confusos se requieren Preguntas Honestas
Estos ataques ciertamente nos tomaron por sorpresa. Cualquiera de nosotros pudo formar parte de las víctimas que perdieron sus vidas o las de sus seres queridos repentinamente.
Cuando este tipo de cosas pasan, muchos se preguntan “¿Dónde está Dios en todo esto? ¿Se preocupa Dios por las víctimas inocentes; por las personas que están asustadas; por los que están traumatizados; por los que están perdidos; o por los que no se sienten seguros?” ¿Dónde buscamos las respuestas a todas estas preguntas? ¿Dónde encontramos refugio? ¿Cómo enfrentamos una tormenta así sabiendo lo vulnerables que somos?
Clamando a Dios y Descubriendo que Él está cerca
La Biblia dice que no tenemos que temer porque Dios siempre está aquí para protegernos. “Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad. Por lo tanto, no temeremos cuando vengan terremotos y las montañas se derrumben en el mar… El Señor de los Ejércitos Celestiales está entre nosotros; el Dios de Israel es nuestra fortaleza.” (Salmos 46:1-2, 7)
Hace más de 2,000 años, doce hombres enfrentaron una tormenta fuertísima y abrumadora, que amenazaba sus propias vidas. Estos hombres estaban en un bote sin protección cuando repentinamente se levantó una tormenta. Mientras las olas golpeaban el bote amenazando con hundirlo, los hombres recordaron que ellos no estaban solos; Jesús también estaba allí en el bote. Él estaba en la popa, dormido. Los hombres le despertaron, exigiéndole, “¿Maestro, no te preocupa que estamos pereciendo?” (Vea Marcos 4:35-40)
Nosotros podemos hacer la misma pregunta en el medio de la tormenta de la cual todos estamos siendo testigos. “¿Dios, no te preocupa que estamos pereciendo?” Cuando seguimos leyendo la historia de los discípulos en medio de la tormenta, nos damos cuenta que Dios sí se preocupa por nosotros. Jesús reprendió al viento y las olas con sólo hablarles: “¡Quietos! ¡Tranquilos!”. Inmediatamente todo quedó tranquilo.
Pidiéndole Ayuda a Dios por este Mundo en Conflicto y los Corazones Afligidos
Cuando vemos las grandes tormentas a nuestro alrededor, podemos abrumarnos por las tormentas de temores e inseguridades. Esas tormentas solamente pueden ser calmadas por la voz tranquilizadora de Dios: “Quietos, Tranquilos. Yo estoy aquí con ustedes.”
Ore esta semana:
Señor Jesús,Tú te compadeciste de las grandes masas de gente porque ellas estaban afligidas e indefensas, como ovejas sin su pastor. Consuela a tu pueblo Padre, aquieta nuestras inseguridades, para que no temamos a la maldad, aun en el valle de la sombra de muerte, porque sabemos que TÚ estás con nosotros.
¿Siente usted (o alguien que usted conoce) que Dios le ha abandonado en este mundo lleno de conflictos?