Dios Siempre Está En Control
Cinco razones para NO preocuparse del mañana
“Sabes lo que voy a decir incluso antes de que lo diga, Señor”.
El otro día, mi esposo y yo salimos a nuestra caminata diaria. A lo largo de la ruta, repetidamente, mi esposo tuvo que agacharse para no golpearse la cabeza contra las ramas que colgaban bajo. El aguantó la inconveniencia por un buen rato.
Sin embargo, todo eso cambió cuando Dios le mostró a no preocuparse o estar ansioso.
Al día siguiente, antes de iniciar nuestra caminata, él fue a la cochera y agarró las tijeras de podar árboles. Armado con esta herramienta que cargó como si fuera un rifle, salimos a caminar. A medida que nos acercábamos al área de las ramas, él dio un grito de sorpresa cuando vio que el personal de mantenimiento había podado las ramas.
Yo no pude contener mi risa al verlo cargar con las tijeras de podar árboles de vuelta a la casa.
Todos hacemos eso, ¿verdad? Cuando las ramas de la vida nos molestan, nos impacientamos. A veces nos ponemos ansiosos porque el problema persiste. Tal vez perdimos nuestro trabajo y pasamos día y noche buscando otro, o tal vez por no tener suficiente dinero, tomamos malas decisiones. Luego nos enojamos, preguntándonos si Dios está mirando. Y frustrados, nos preguntamos si Él está planificando hacer algo al respecto.
Pero a través de las palabras de David en el Salmo 139, ¡Dios nos recuerda que Él está en control total!
- Él está consciente de cada movimiento nuestro. “Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto…" (Salmo 139:2a)
- Él lee nuestra mente. “... conoces mis pensamientos aun cuando me encuentro lejos." (Salmo 139:2b)
- Él nos sigue donde quiera que vayamos. “Me ves cuando viajo y cuando descanso en casa”. (Salmo 139:3a)
- Dios conoce nuestros hábitos, caprichos y defectos. “Sabes todo lo que hago.” (Salmo 139:3b)
- Dios nos lleva la delantera. “Sabes lo que voy a decir incluso antes de que lo diga, Señor”. (Salmo 139:4)
Recuerde que Dios está siempre en completo control independientemente de lo que le permitimos a nuestras inseguridades hacernos creer.
Ore esta semana:
Señor, ayúdame a entregarte mis preocupaciones y confiar en Ti para cuidarme y suplir mis necesidades. Gracias por ser un Dios misericordioso que conoce mis pensamientos desde lejos.
Si Dios está velando por los problemas que se aproximan, ¿por qué cargamos las herramientas de la preocupación?
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El contenido de este Devocional ha sido compartido a través de una asociación con Janet Perez Eckles.