Devocional Semanal

Ejemplos Bíblicos de Devoción a Dios: Daniel

Aún siendo esclavo, la relación de Daniel con Dios tuvo un impacto increíble en el mundo.

on 30/01/2018

Aunque Noé, Daniel y Job estuvieran allí, su justicia los salvaría solo a ellos y no a ningún otro, dice el Señor Soberano.

Ezequiel 14:14

Solo hay unas pocas personas en las Escrituras acerca de las cuales no se ha registrado nada negativo de ellos. Daniel es uno de ellos. Aunque él fue esclavizado como prisionero de guerra por los babilonios, Daniel fue promovido a gobernador. Su confianza inquebrantable en la bondad de su Dios, le guió a interceder por Israel, confesando sus propios pecados y los de su pueblo. Dios escuchó sus oraciones, le dio una visión increíble, y le mostro Su gran amor hacia él y su pueblo, tanto como a todos nosotros a través del libro asombroso de Daniel.

Daniel, el revelador de secretos

"... el rey Nabucodonosor, lo nombró jefe de todos ... tiene un intelecto excepcional y rebosa de conocimiento y entendimiento divino. Puede interpretar sueños, explicar acertijos y resolver problemas difíciles. (Daniel 5:11-12) Daniel fue promovido luego de interpretar un sueño que preocupaba al rey de este imperio mundial. El intenso relato se encuentra en el segundo capítulo. Las profecías en Daniel son un resumen de la historia mundial escrita anticipadamente. Desde el tiempo del Imperio Babilónico, él predijo todos los siguientes reinos mundiales hasta la aparición del anticristo.Una profecía en Daniel 9:24-27 predijo el día de la llegada de Jesús el Domingo de Ramos, ¡483 años antes! Lo que Daniel vio tuvo un gran impacto en todas las personas en el mundo, incluso en nuestro tiempo.

Daniel, el intercesor de su nación

Mientras Daniel leía el libro del profeta Jeremías, él se dio cuenta de que el cautiverio de Israel estaba a punto de terminar. "Durante el primer año de su reinado, yo, Daniel, al estudiar la palabra del Señor, según fue revelada al profeta Jeremías, aprendí que Jerusalén debía quedar en desolación durante setenta años." (Daniel 9:2; ver Jeremías 25:11, Éxodos 23:11 y 2 Crónicas 36:20-21) Debido a que él era un humilde estudiante de las Escrituras, él simplemente no esperó a que sucediera. Él siguió el plan que Dios había trazado cuando le advirtió al pueblo de la generación del Éxodo, que esto sucedería:
"...mi pueblo confesará sus pecados y los pecados de sus antepasados por traicionarme y por ser hostiles hacia mí… Entonces me acordaré de mi pacto..." (Levítico 26:40-43)

Usted puede leer la oración de Daniel en Daniel 9:3-13. Daniel confesó que él y su pueblo merecían el castigo del cual Dios les había advertido. Él sabía que si nadie hacía esto, continuarían cautivos tal y como Dios lo había prometido.

Daniel, el amado grandemente

El profeta Ezequiel vivió los mismos eventos que Daniel. Cuando el cautiverio comenzaba, Dios le dijo a Ezequiel: "O supongamos que yo derramara mi furia y enviara una epidemia al país que matara tanto a personas como a animales. Tan cierto como que yo vivo, dice el Señor Soberano, aunque Noé, Daniel y Job estuvieran allí, no podrían salvar ni a sus hijos ni a sus hijas. Solo ellos tres se salvarían por causa de su justicia." (Ezequiel 14:19-20)

¡Imagínense a alguien en esta época clasificado igual que el apóstol Pablo o los primeros creyentes en el Libro de Mártires de Fox! Cuando Dios deseaba llamar la atención de Ezequiel mientras él sufría por su nación, Él mencionó a tres hombres que Ezequiel reconocería como especialmente fieles. Noé vivió unos 2,300 años antes que Daniel. Job probablemente vivió entre 2,000 y 1,700 años antes que Daniel. Luego estaba Daniel, un joven que Ezequiel habría conocido como el actual gobernador de la provincia de Babilonia. Dios estaba comunicando Su gran consideración por Daniel.

En Daniel 10, Daniel tuvo un encuentro con un ser celestial glorioso. Daniel estaba demasiado aturdido como para moverse o hablar, pero el visitante le consoló: "—No tengas miedo —dijo—, porque eres muy precioso para Dios. ¡Que tengas paz, ánimo y fuerza!" (Daniel 10:19) Dios quería que Daniel supiera cuán grandemente era amado, y ésto le dio la fuerza para hacer lo que Dios planificó que él hiciera.

¿Amó Dios a Daniel por lo que hizo? Si usted pudiera ver a Daniel hoy, ¿le diría que tratara de ser como él? Veamos sus palabras nuevamente:
La visión de Daniel vino de Dios: "Te agradezco y te alabo, Dios de mis antepasados, porque me has dado sabiduría y fortaleza. Me revelaste lo que te pedimos y nos diste a conocer lo que el rey exigía." (Daniel 2:23 ) "...pero hay un Dios en el cielo, quien revela secretos..." (Daniel 2:28) "Y no es porque yo sea más sabio que los demás que conozco el secreto de su sueño..." (Daniel 2:30)

Estas palabras hacen eco a las que dijo otra figura importante en la Biblia: José. Dios le reveló sueños y visiones a José, pero José también desvió la alabanza: "—No está en mis manos el poder para hacerlo —respondió José—, pero Dios puede decirle lo que su sueño significa y darle tranquilidad.” (Genesis 41:16)

La virtud de Daniel vino de Dios: Daniel dijo que estaba "arruinado" cuando se encontró con un ángel, un siervo de Dios: "De modo que quedé allí solo para contemplar tan sorprendente visión. Las fuerzas me abandonaron, mi rostro se volvió mortalmente pálido y me sentí muy débil." (Daniel 10:8) Él sintió que no podía hablar: "Mientras me hablaba, bajé la vista al suelo, sin poder decir una palabra." (Daniel 10:15)

¿Y usted? La historia de Daniel me recuerda un principio espiritual en 1 Corintios 4:7: "...¿Qué tienen que Dios no les haya dado? Y si todo lo que tienen proviene de Dios, ¿por qué se jactan como si no fuera un regalo?" Daniel era un ser humano como usted y como yo, con todas las debilidades que nosotros experimentamos, sin embargo, él confiaba en Dios. El poder de Dios compensó por todas sus limitaciones. Dios le usó para señalar el camino a Jesús de una manera milagrosa. Daniel era fuerte e inquebrantable defendiendo a Dios porque estaba convencido del gran amor de Dios por él. Eso significa que el amor de Dios puede transformar mi vida y su vida de manera similar.


Ore esta semana:

Padre, yo quiero conocer Tu Palabra y ser despertado por Tu Espíritu.


Daniel describió cuán difícil sería vivir para Dios mientras el mal reina. Pero él dijo que "el pueblo que conoce a su Dios se mantendrá fuerte y lo resistirá." (Daniel 11:32) ¿Se mantendrá usted firme y fuerte, y actuará porque usted conoce el Dios de Daniel?

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