“Podemos hacer nuestros planes, pero el Señor determina nuestros pasos”.
Tal vez no veamos el Control como un ídolo. Sin embargo, todo lo que valoramos más que a Dios, es un ídolo. Como humanos, amamos el sentir que estamos en control de nuestra vida, nuestro destino.
Creemos que tenemos control sobre nuestra salud, nuestro trabajo, nuestras finanzas y nuestras relaciones. No obstante, ese no es el caso. Hay un solo Soberano, un Señor del Universo, y ese es Dios, no nosotros.
Veamos tres cosas importantes que nosotros no podemos controlar, pero Dios sí puede:
1. Cuánto Viviremos
Podemos cuidar nuestro cuerpo con dieta adecuada y ejercicio. Se nos dice que esto permitirá que vivamos una vida extensa, saludable y completa.
Pero, ¿cuánto tiempo realmente viviremos? Eso lo decide Dios. No existen garantías, no importa cuánto nos esforcemos.
El Salmo 139:16 lo dice claramente: “Me viste antes de que naciera. Cada día de mi vida estaba registrado en tu libro. Cada momento fue diseñado antes de que un solo día pasara”.
Un accidente o un ataque puede terminar nuestra vida en cualquier momento, independientemente de cuán cuidadosos o saludables seamos.
Por eso, no podemos confiar nuestra vida a nosotros mismos. Más bien debemos poner nuestra confianza en Dios, pues Él tiene planificado cada momento.
2. Nuestro Éxito
Existen innumerables artículos en el internet que explican cómo obtener el éxito en los negocios, la educación y cambiando la manera de pensar. Pero, ¿significa eso que tenemos el éxito garantizado si solo trabajamos duro? No necesariamente.
“Presten atención, ustedes que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y nos quedaremos un año. Haremos negocios allí y ganaremos dinero». ¿Cómo saben qué será de su vida el día de mañana? La vida de ustedes es como la neblina del amanecer: aparece un rato y luego se esfuma”. (Santiago 4:13-14)
Solo piense en esto. Algunas veces una oportunidad de negocios promete el éxito. Aunque usted pudiera ganar mucho dinero, también podría perderlo todo. O, como dice este verso, ¡podría ser que usted ni siquiera esté vivo mañana! (También vea Lucas 12:16-21)
3. Las Decisiones de Otras Personas
Así como pensamos que podemos controlar nuestro propio éxito, creemos que podemos controlar las decisiones y opiniones de otras personas. Pero, ¿realmente podemos?
“En cuanto a mi compañero, él traicionó a sus amigos; no cumplió sus promesas”. (Salmo 55:20)
Aun si somos amorosos y bondadosos, aquellos más cercanos a nosotros pueden decepcionarnos o incluso traicionarnos. Los matrimonios pueden terminar en infidelidad, los amigos pueden romper sus promesas, y los niños a menudo se pierden a pesar de que les criemos lo mejor que sepamos hacerlo. Las otras personas simplemente no están bajo nuestro control.
Entonces, ¿qué significa todo esto? ¿Debemos dejar de intentar cuidar de nuestro cuerpo, de hacer planes, o de desarrollar buenas relaciones? No, la Biblia nos dice que todas estas cosas son importantes. (1 Corintios 6:19; Lucas 14:29)
Esto sí significa que busquemos la voluntad de Dios por encima de la nuestra, y recordemos cada día que ¡sus planes son los que nunca fallarán! Mientras más nos sometamos a Su voluntad y a Sus planes, más experimentaremos Su paz y gozo; incluso cuando las cosas no resulten de la manera en que las planifiquemos.
Ore esta semana:
Señor, perdóname por pensar que estoy en control de mi destino. Gracias porque mi vida está en Tus manos, que son enteramente capaces. Ayúdame a buscar primeramente Tu reino (Mateo 6:33) y a confiarte mi vida.