Usted se sorprendería al saber que aquellos que Dios favorece, a veces pasan por dolor y sufrimiento. Posiblemente no lo entendamos, pero Dios demuestra Su favor y Su amor de muchas maneras distintas. Veamos cómo Su favor podría verse en Su vida.

Su Favor No Evita el Sufrimiento

Jesús le enseñó a Sus seguidores, “No almacenes tesoros aquí en la tierra” (Mateo 6:19), y la Biblia le enseña al pueblo de Dios que, “si tus riquezas aumentan, no las hagas el centro de tu vida” (Salmos 62:10). David, el Rey de Israel (un héroe del Antiguo Testamento), sufrió físicamente cuando fue perseguido por Saulo. Dios también permitió que el dolor físico molestara al Apóstol Pablo, quien recibió revelación divina y escribió muchos de los libros en el Nuevo Testamento.

Así como el dolor físico de Pablo, Dios no siempre resuelve cada problema en su vida. Aún si usted ora, Él puede escoger usar su momento de debilidad para que Su gloria y Su fortaleza puedan ser vistas por todas las personas a su alrededor. ( 2 Corintios 12:9: Juan 9:3)

Enfóquese en Darle la Gloria a Dios

El Antiguo Testamento nos muestra que Dios muchas veces usó Su provisión para ayudar a Su gente a entenderle mejor: “el Señor su Dios ha derramado lluvia abundante por usted. Las eras se llenarán de grano; los lagares rebosarán de vino nuevo y de aceite” (Joel 2:53-24). El Nuevo Testamento nos permite entender que “todo lo bueno y perfecto es un regalo de nuestro Padre” (Santiago 1:17).

Dios trabaja “por el bien de aquellos que aman a Dios y son llamados de acuerdo a Su propósito” (Romanos 8:28), y Él puede escoger darle los recursos o la salud según Su propósito. Sin embargo, usted debe recordar que el propósito de éstos es darle gloria a Él. Nuestro enfoque no debe ser nuestra comodidad o ganancia material. Si estamos enfocados en Dios, podemos usar todo aquello que Él nos da, sea salud, cosas materiales o debilidad física, para darle gloria a Él.

Busque a Dios Primero

Dios provee todo lo que necesitamos para cumplir Su voluntad. Usted se va a sorprender al saber que usted no necesita una salud perfecta o muchas riquezas para hacer Su voluntad. Jesús ni siquiera tenía un lugar donde recostar su cabeza (Lucas 9:58), pero El cumplió la perfecta voluntad de Dios. Asegúrese de “buscar el Reino de Dios por encima de todas las cosas, y lleven una vida justa, y Él les dará todo lo que necesiten” (Mateo 6:33). Recuerde, el favor de Dios no significa que todas sus expectativas van a ser cumplidas. Su favor le ayudará a darle a Él la gloria, en las buenas y en las malas situaciones.