María dio a luz a su primer hijo, un varón. Lo envolvió en tiras de tela y lo acostó en un pesebre, porque no había alojamiento disponible para ellos.
El nacimiento virginal de Jesucristo ha de ser el nacimiento más asombroso de todos los tiempos, pero parece que hay muy poca información sobre éste en las Escrituras. Es realmente fascinante pensar en el hecho de que en Lucas 2:7 se describe el nacimiento real de Jesucristo con estas palabras tan simples: “María dio a luz a su primer hijo, un varón. Lo envolvió en tiras de tela y lo acostó en un pesebre, porque no había alojamiento disponible para ellos.”
¡Guau! Uno de los eventos más importantes de la eternidad, descrito en tan pocas palabras. De hecho, el Nuevo Testamento simplemente no dedica mucho tiempo describiendo el nacimiento de Jesucristo, pero si pasa mucho tiempo mirando hacia atrás de su nacimiento virginal e interpretando para nosotros lo que significa. Más allá del registro del evangelio, las Escrituras no hablan de los pastores, la estrella, los hombres sabios, ni de José o su esposa María. No hablan de Belén ni del establo. De lo que sí hablan es de la importancia del nacimiento de este pequeño bebé.
Si este pequeño bebé nacido de una pobre campesina en un establo, es realmente Dios, entonces, ¿qué sabemos de Él?
Bueno, sin entrar en grandes detalles, hay siete hechos asombrosos acerca de este pequeño niño en Hebreos 1:1-3 y acerca de Él ser Dios. Él no era un bebé común y corriente. Estos versículos nos dan una gran revelación de quién estaba naciendo en el establo en Belén.
“Dios, que muchas veces y de varias maneras habló a nuestros antepasados en otras épocas por medio de los profetas, en estos días finales nos ha hablado por medio de su Hijo. A este lo designó heredero de todo, y por medio de él hizo el universo. El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas.” (Hebreos 1:1-3 NVI)
Lo siguiente es lo que Dios está diciendo acerca de Su hijo que nació en un pesebre. Él dice que Jesús es el "heredero de todo" y que Él es el que "hizo el universo." Él dice que su Hijo irradia y muestra "la gloria de Dios" y es la imagen "fiel" del Padre. Él está diciendo que Jesús "sostiene todas las cosas con su palabra poderosa." Él está diciendo que este bebé fue el que hizo el sacrificio por nuestros pecados que Dios acepta y que ahora Jesucristo está sentado a la diestra de Dios el Padre a la espera de regresar y reinar en la tierra. Eso es lo que Dios nos dice acerca de quién realmente era este pequeño bebé en el pesebre. Esta es nuestra confesión de fe... que este pequeño bebé es el Señor de todas las cosas.
Entonces, ¿cómo este nacimiento virginal realmente impacta mi vida personal?
Bueno, la respuesta no es tan simple. Dios tuvo que hacerse como nosotros, para que pudiera morir por nosotros como sacrificio por el pecado. Él fue el único que podía hacer este sacrificio. El Hijo de Dios tuvo que nacer para que pudiese convertirse en “ofrenda por nuestro pecado.” Es asombroso pensar que aquel pequeño niño que vivió una vida perfecta, fue crucificado como un criminal en una cruz, siendo realmente el Creador del universo. Filipenses 2:9-11 dice: “Por lo tanto, Dios lo elevó al lugar de máximo honor y le dio el nombre que está por encima de todos los demás nombres para que, ante el nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua declare que Jesucristo es el Señor para la gloria de Dios Padre.”
Cuando Él estuvo en este mundo, no tuvo nada, pero un día todo y todos se inclinarán ante Él. Este no es cualquier otro hombre o alguna especie de ángel. Jesucristo es el Creador y el heredero de todo. Él es quien creó todo de la nada. Colosenses 1:16-17 dice sobre esto: “porque, por medio de él, Dios creó todo lo que existe en los lugares celestiales y en la tierra. Hizo las cosas que podemos ver y las que no podemos ver, tales como tronos, reinos, gobernantes y autoridades del mundo invisible. Todo fue creado por medio de él y para él. Él ya existía antes de todas las cosas y mantiene unida toda la creación.”
Un día en el futuro, Jesucristo tomará el control total y gobernará sobre toda lo existente.
Él regresará un día como Rey de Reyes y Señor de señores para ejercer Su completo dominio sobre el universo entero. Él lo limpiará y creará un cielo nuevo y una tierra nueva en la que reinará como el Dios todopoderoso sobre Su creación. Jesucristo, el pequeño bebé en un pesebre, es El que creó todo y quien hizo el sacrificio por nuestros pecados, y esa es exactamente la razón por la que le adoramos en Navidad. No adoramos un evento o un bebé, adoramos al Dios de toda la creación, al Dios de la eternidad y al Dios de nuestra gran salvación. ¡Unámonos a los ángeles en el cielo a adorar a nuestro gran Rey!
Ore esta semana:
Padre, muchas gracias por enviar a Tu asombroso Hijo al mundo para yo poder disfrutar de la gran salvación que Tú has provisto a través de Su sacrificio. Te expreso mi profundo amor y gratitud por Tu disposición a hacer tan increíble sacrificio. ¡Gracias por el significado verdadero de la Navidad!
Si Dios estuvo dispuesto a hacer un gran sacrificio por mí, ¿estoy yo dispuesto a convertirme en un "sacrificio vivo" para Él? (Romanos 12:1)