Estamos en el Mundo pero NO Somos del Mundo - Parte 2
Jesús nos llama a ser diferentes del mundo y al mismo tiempo que hagamos una diferencia en el mundo.
“(Jesús orando) No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno… Como tú me enviaste al mundo, yo los envío también al mundo.” Juan 17:15,18
¿Cómo podemos hacer una diferencia en nuestra cultura? Jesús dice que Él nos está enviando al mundo así como Él fue enviado. ¿Qué nos está enviando a hacer? ¿Cuál fue la misión de Jesús?
Estamos siendo enviados a: Buscar y salvar a los perdidos (Lucas 19:10)
Jesús vino por una razón: para darnos la salvación a través de Su muerte y resurrección. Él no vino a darnos derechos y libertades políticas, sino victoria espiritual sobre el pecado. Él no vino a darnos éxito financiero o salud en esta vida sino victoria espiritual sobre la muerte y el tesoro de la vida eterna con Dios. Él no vino solamente por las personas religiosas que siguen las reglas, puesto que se lo conoció por pasar tiempo con los “pecadores”. "Ahora vayan y aprendan el significado de la siguiente Escritura: “Quiero que tengan compasión, no que ofrezcan sacrificios”. Pues no he venido a llamar a los que se creen justos, sino a los que saben que son pecadores” (Mateo 9:13).
Esto significa que nosotros también debemos salir y buscar a los pecadores (Eclesiastés 7:20) que necesitan escuchar acerca del amor y la misericordia de Jesús.
Estamos siendo enviados a: Buscar, No a Condenar (Juan 3:17)
“Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte.” (Efesios 2:8-9). Cuando nos jactamos, nos hacemos superiores a los demás debido a nuestra moralidad. Los no cristianos solo ven a alguien que está actuando como si fuese un “santo”, que les está juzgando, y que solo le importan las reglas y los detalles. Ellos no ven a Jesús (en estas personas). Jesús nos envió a predicar el evangelio, no tan solo a ayudar a los pecadores a cambiar su conducta moral (Marcos 16:15, Romanos 1:16-17).
Estamos siendo enviados a: Mostrar el amor de Dios (Juan 3:16)
“Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él. Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros.” (1 Juan 4:9,11).
Este es el único mensaje que tiene el poder de cambiar nuestra cultura: el amor. Nuestra enseñanza bíblica y buenas obras no valen nada si no hay amor (1 Corintios 13). “El amor verdadero es paciente, es bondadoso, no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso, ni se comporta con rudeza...no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad.” (1 Corintios 13:4-6). Tenga mucho cuidado con la definición que el mundo da al amor: tolerancia extrema. “En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos mas y mas a Cristo…” (Efesios 4:15)
Ore esta semana:
Dios, ayúdame a permanecer enfocado en tu misión de amor y salvación a través de Jesucristo. Ayúdame a cambiar mi cultura, ayudando a transformar vidas a través del evangelio. Dame oportunidades para compartir Tu verdad con amor.
¿Qué tipo de libertad es la que Dios quiere que usted tenga?