Devocional Semanal

Expandiendo la Oración en el Reino de Dios

En lugar de acaparar nuestra riqueza, deberíamos usarla para ayudar a cuidar de aquellos que están a nuestro alrededor.

on 19/02/2019

En primer lugar, te ruego que ores por todos los seres humanos. Pídele a Dios que los ayude; intercede en su favor, y da gracias por ellos. Ora de ese modo por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos tener una vida pacífica y tranquila, caracterizada por la devoción a Dios y la dignidad. Esto es bueno y le agrada a Dios nuestro Salvador.

1 Timoteo 2:1-3 (NTV)

Tengo un pariente que es muy adinerado. Sin embargo, él no quiere compartir. Parece que carece de una actitud cristiana respecto a compartir sus recursos con gente cerca de él y alrededor del mundo. A pesar de su abundancia, él casi se ha convencido a sí mismo de que es pobre. Por su actitud, me lo imagino orandole a Dios para que le permita conservar su riqueza, para que Dios la proteja, para que Dios mantenga a otras personas alejadas de modo que él no tenga que compartir. Yo desearía que en lugar de eso él le pidiera a Dios oportunidades para hablar de la salvación que Dios da, y que pudiera tener oportunidades de compartir sus bendiciones. 

Dios desea que Compartamos

Ya usted sabe que Dios desea que los seguidores de Jesús “Vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Noticia a todos” (Marcos 16:15). La Biblia también instruye: “Diles [a aquellos que son ricos en este mundo] que usen su dinero para hacer el bien. Deberían ser... generosos con los que pasan necesidad y estar siempre dispuestos a compartir con otros”. (1 Timoteo 6:18) Después de todo, “si alguien tiene suficiente dinero para vivir bien y ve a un hermano en necesidad pero no le muestra compasión, ¿cómo puede estar el amor de Dios en esa persona?” (1 Juan 3:17)

Ore al Proveedor

En vez de almacenar nuestras riquezas, deberíamos usarlas para ayudar en el cuidado de aquellos a nuestro alrededor. Jesús dijo: “¡Tengan cuidado con toda clase de avaricia!” (Lucas 12:15), y “el que almacena riquezas terrenales pero no es rico en su relación con Dios es un necio”. (Lucas 12:21) El pueblo de Dios debe perseguir “la justicia y la vida sujeta a Dios, junto con la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad”. (1 Timoteo 6:11)

Expanda Su Reino

Cuando persigamos cualidades piadosas, nuestras prioridades cambiarán. Usaremos nuestros recursos terrenales para expandir Su Reino celestial, ayudando a suplir las necesidades espirituales Y físicas. La iglesia primitiva fue un gran ejemplo: “Todos los creyentes se reunían... y compartían todo lo que tenían. Vendían sus propiedades y posesiones y compartían el dinero con aquellos en necesidad. Adoraban juntos en el templo cada día, se reunían en casas para la Cena del Señor y compartían sus comidas con gran gozo y generosidad”. (Hechos 2:44-46) Cuando vivimos una vida generosa, somos la mejor representación de nuestro generoso Padre, y se abrirán puertas para decir a otros cómo ellos también pueden conocer al Padre. 

Él nos Exhorta

Refiérase a 1 Timoteo 2:1-3 para expandir sus oraciones por aquellos que le rodean. Cuando ore por las personas, pídale a Dios que trabaje en cada parte de sus vidas de la cual usted sepa. Mientras más específicamente usted pueda orar por otros, mejor. 

Usted también puede orar específicamente por las personas en autoridad. Presidentes y líderes políticos en todo nivel, pastores, empresarios y otros, necesitan nuestras oraciones por lo mucho que pueden influenciar a otras personas. 

Y no olvide incluir acción de gracias en sus oraciones. Agradezca a Dios la oportunidad que tiene de orar por la persona, el lugar o la tarea por la que ora. Agradézcale por ellos y por Su cuidado por ellos. 

En 1 Timoteo 2:3 el Señor establece claramente que esas oraciones por toda la gente y específicamente por aquellos en autoridad son buenas y aceptables a Él, y que Él desea que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Así que, al usted orar diariamente dondequiera que vaya entre estas personas, puede estar seguro de que lo hace en la voluntad de Dios. 


Ore esta semana:

Señor, hazme agradecido de que Jesús y el Espíritu Santo están fervientemente intercediendo por nosotros, diariamente a Ti. 


¿Necesita usted más fe en que Dios proveerá por sus necesidades si usted comparte su riqueza espiritual y material con otros? ¿Necesita usted que Dios le ayude a recordar más las necesidades de otros cuando ora?

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