Devocional Semanal

La Justicia de Dios en un Mundo Injusto

No importa cuan difícil sea la situación, usted puede recordar que Dios quiere que nos perdonemos los unos a los otros ”así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo” (Efesios 4:32).

La Justicia de Dios en un Mundo Injusto
on 25/08/2013

“Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia. Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.” (Efesios 4:31-32).

Cuando alguien le hiere o experimenta una injusticia, Dios lo tiene en cuenta. De hecho, ciertamente Él conoce todo lo bueno y lo malo que ha pasado en la Tierra. “…Su entendimiento es infinito” (Salmos 147:5). Él sabe cada movimiento de toda la humanidad, “El Señor observa desde el cielo y ve a toda la humanidad.” (Salmo 33:13).

Injusticia Terrenal

El Rey Salomón escribió, “ Luego me fijé en tanta opresión que hay en esta vida. Vi llorar a los oprimidos, y no había quien los consolara; el poder estaba del lado de sus opresores, y no había quien los consolara” (Eclesiastés 4:1). Él notó que la gente no debe “sorprenderse si ve que un poderoso oprime a un pobre y si no se hace justicia en toda la tierra.” (Eclesiastés 5:8). Ya que “No hay en la tierra nadie tan justo que haga el bien y nunca peque.” (Eclesiastés 7:20). Lo que quiere decir, entonces, que debemos reconocer que nosotros también somos pecadores y necesitamos perdón.

La Justicia de Dios

No importa cuan difícil sea la situación, usted puede recordar que Dios quiere que nos perdonemos los unos a los otros ”así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo” (Efesios 4:32). Y porque “El Señor ama la justicia y el derecho” (Salmos 33:5a), usted puede confiar en que Dios le ayudará a superar las injusticias de la vida siendo una persona que ama y perdona. Posiblemente será difícil hacerlo, pero "el que acata sus órdenes no sufrirá daño alguno. El corazón sabio sabe cuándo y cómo acatarlas. En realidad, para todo lo que se hace hay un cuándo y un cómo” (Eclesiastés 8:5-6a).

ORAR, INTERESARSE POR OTROS Y COMPARTIR A JESÚS

¿Le han pasado cosas malas a usted o a personas allegadas a usted? Ya sea que estas cosas hayan pasado recientemente o hace algún tiempo, sabemos que Dios toma muy en serio el hecho de que nosotros debemos perdonar a otros, así como a través de Cristo, Dios nos perdonó.

Tal vez usted ha experimentado algo similar a esto:

  • Alguien cercano a usted ha muerto o ha quedado lastimado de por vida y esto fue causado por alguna persona.
  • Un padre, un maestro u otra autoridad abusó de usted o de alguien cercano a usted.
  • Un criminal mató o hirió en un robo o un ataque a alguien cercano a usted.
  • Alguien cercano a usted le traicionó.

Ya sea que usted conozca o no a la persona que le hizo daño a usted o a alguien cercano a usted, puede resultar muy tentador albergar ira, odio o amargura – aún cuando nos encontremos cerca de Dios.

No hay nada malo en estar dolido por una pérdida en nuestras vidas. Jesús entiende su dolor e ira porque Él sufrió en lugar suyo. Por el sacrificio que Él hizo por usted, y el perdón que le ha dado, Jesús le pide que perdone a las personas que le han herido y han traído dolor a su vida.

Usted tal vez no sepa ni siquiera por dónde empezar cuando se de cuenta que necesita perdonar a alguien. Usted Quizá se pregunte, “¿Cómo puedo perdonar?”. Aquí le presentamos alguna sugerencias:

  • Dese cuenta y acepte que aquel incidente le causa ira y amargura en su corazón (ya sea que esté enterrado en su memoria);
  • Decida obedecer lo que la Biblia dice: que tiene que perdonar así como ha sido perdonado;
  • Entregue el dolor y la ira a Jesús a través de la oración. Si es posible busque a alguien que le ayude a orar por esto.
  • Perdone a la persona en el nombre de Jesús.
  • Ore pidiéndole a Dios que bendiga a la persona que usted necesita perdonar.

Una Sugerencia Útil: No se preocupe si no sabe el nombre de la persona que le ha hecho daño o si no están vivos. Perdónelos de todas maneras – el Señor los conoce. Si el proceso es muy difícil, busque la ayuda de un amigo o un consejero.


Ore esta semana:

Lea la Biblia para que pueda tener un mejor entendimiento de lo que significa perdonar así como ha sido perdonado.

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