Devocional Semanal

¿La vida egoísta o Jesús?

Un seguidor es hecho para el llamado de Dios.

¿La vida egoísta o Jesús?
on 08/11/2016

“Pero yo respondí: —¿Acaso debería una persona en mi posición huir del peligro? ¿Acaso debería alguien en mi posición entrar al templo para salvar su vida? ¡No lo haré!”

Nehemías 6:11

Nehemías fue un líder que no permitió que la presión, la apatía, el ridículo o la oposición le detuvieran. Él sabía qué hacer y cómo hacerlo. Más que todo, él conocía su identidad: un siervo amado y escogido del Dios altísimo. Aquí hay tres maneras en las que Dios puede darle esa misma identidad:

1. Dios se asegura que usted pueda relacionarse con los pecadores.

A veces los nuevos creyentes se sorprenden al darse cuenta de que su vieja naturaleza no se ha ido. Usted siempre necesitará la gracia de Dios. Sin Cristo como su centro, usted no puede hacer nada. (Juan 15:1-5) Colosenses 2:6 dice “Por lo tanto, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, ahora deben seguir sus pasos.” Si todo lo que tiene lo ha recibido (1 Corintios 4:7), y no tiene nada que esconder (Proverbios 28:13) la crítica y la hipocresía no tienen sentido.

2. Dios quiere que haga suya Su misión.

Hebreos 2:10 dice que Dios “...eligió llevar a muchos hijos a la gloria.” En el capítulo doce (12), se nos dice que le sigamos “... al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe. Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz…” (Hebreos 12:2) ¡El gozo de Jesús era la esperanza de su presencia con Él en gloria! Pronto, ¡el cielo será su hogar! Pero mientras estamos en la tierra, ¿serán ustedes “pescadores de hombres” (Mateo 4:19) para aquellos que nunca han escuchado Su nombre?

3. Dios le da una nueva naturaleza.

El devocional de la semana pasada describió cómo alejarse de una vida egoísta. Una vez que usted pone su esperanza en Jesús, muchas cosas maravillosas le suceden: Cristo viene a su vida, (Apocalipsis 3:20), usted se convierte en hijo de Dios, (Juan 1:12) y recibe el Espíritu Santo (Romanos 8:15). Todos sus pecados son perdonados, (Colosenses 1:14) y ¡usted tiene el regalo de la vida eterna! (1 Juan 5:11) ¡Usted deja de ser un hijo de ira (Efesios 2:3) y pasa a ser un colaborador con Dios mismo! (1 Corintios 3:9) Dios hasta aprueba que usted sea Su representante ante el mundo: “Así que somos embajadores de Cristo; Dios hace su llamado por medio de nosotros. Hablamos en nombre de Cristo cuando les rogamos: «¡Vuelvan a Dios!». (2 Corintios 5:20)” Como Nehemías, ¡usted es un siervo del Dios Altísimo!


Ore esta semana:

Padre, enséñame lo que significa ser Tu representante ante el mundo.


¿Qué significa vivir su vida de manera que sea digna del evangelio de Jesús? (Filipenses 1:27)

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