Devocional Semanal

Las Palabras de Dios: Amor

Palabras que transforman vidas.

on 21/11/2017

En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!

Gálatas 5:22-23

La Biblia está llena de palabras asombrosas. Me gusta llamarlas “Palabras de Dios” porque son palabras que tienen la habilidad sobrenatural de transformar la vida de las personas.

¿Cuáles son algunas de estas palabras transformadoras?

En esta serie, veremos algunas de las palabras que Pablo proporcionó en Gálatas 5:22-23: “En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!”

De esas nueve cualidades listadas, ninguna podrá tener un impacto más profundo en nuestra vida que la primera palabra: “amor”. Esta es la palabra Griega “agape” y es el amor más elevado que es posible sentir, expresar, o dar. Es la palabra que habla de la manera en que Dios ama. La Biblia lo llama “amor eterno”.

¿Cómo Dios nos demuestra que nos ama?

Un versículo muy importante relacionado con el amor de Dios es Juan 3:16, que dice: “Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna.”

La imagen del amor de Dios es muy simple: Dios amó, así que Dios dió. Dios tiene un tipo de amor sacrificado y generoso. Éste no es solo una emoción fugaz o una atracción física hacia alguien. Por el contrario, el amor de Dios es tan profundo que estaba dispuesto a hacer el mayor sacrificio posible para demostrar la profundidad de ese amor: el de sacrificar a Su Hijo único para que pudiéramos tener una relación eterna con Él. Juan 15:13 dice: “No hay un amor más grande que el dar la vida por los amigos.”

Sacrificarse uno mismo para salvar la vida de un amigo parecería la mayor demostración de amor posible. Sin embargo, cuando el sacrificio se hace por alguien que no merece absolutamente nada, esto muestra que el amor está a un nivel completamente diferente. Eso es exactamente lo que Jesús hizo por nosotros cuando voluntariamente entregó Su vida por nosotros. Él hizo esto para que Dios el Padre, pudiera tener una manera de perdonar todos nuestros pecados y permitirnos ser parte de Su familia. ¡Así de grande es el amor de Dios para usted! Es un amor tan grande que es incluso difícil de entender. No tendría sentido decirle a alguien que realmente le amamos, pero entonces nunca hacer nada que refleje ese amor.

¿Por qué estuvo Dios dispuesto a hacer el mayor sacrificio posible por nosotros?

Piénselo de esta manera: La muerte de Jesús por nuestros pecados es la expresión perfecta del amor de Dios porque Jesús era el único ser en el universo que podía pagar el precio completo por nuestros pecados. Dios el Padre lo sabía, pero debido a que Su amor por nosotros es tan genuino, Él estuvo dispuesto a sacrificar a su único Hijo en una cruz para que pudiéramos convertirnos en uno de Sus hijos.

Gálatas 2:20 dice que Cristo “me amó y se entregó a sí mismo por mí”. Éste fue el sacrificio máximo que cualquiera jamás haya podido hacer y es exactamente el tipo de amor que Dios demostró por nosotros. Romanos 5:8 declara: “pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores”. Y el verso 10 lo expresa de esta manera: “Pues, como nuestra amistad con Dios quedó restablecida por la muerte de su Hijo cuando todavía éramos sus enemigos, con toda seguridad seremos salvos por la vida de su Hijo.”

Entonces, ¿qué significa el amor de Dios para mi vida?

El amor de Dios nos es mostrado en Su disposición a hacer el sacrificio más significativo posible por nuestra salvación. Para nosotros como creyentes, es importante que seamos compasivos y amables con las personas que no nos traten de la misma manera. ¿Por qué? Para que podamos ser la "vía" que Dios use para derramar Su amor a aquellos que no lo merecen que necesitan ser atraídos a una fe salvadora en Él. Como dijo Jesús: “Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros. Tal como yo los he amado, ustedes deben amarse unos a otros.” (Juan 13:34). En la medida que seamos más como Cristo es con los demás, más ellos comprenderán el amor de Dios, y más se sentirán atraídos hacia Cristo.

Pero, ¿y si yo no tengo la fortaleza para amar de esta forma?

Debido a que el tipo de amor del cual Pablo habla es un amor sobrenatural, éste debe ser producido en nosotros por una Persona sobrenatural: el Espíritu Santo. Romanos 5:5 dice que: “(Dios) nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor”. Todos deberíamos sentirnos muy tranquilos al darnos cuenta de que la vida que Dios quiere que adoptemos es una que realmente Él crea dentro de nosotros una vez le entregamos nuestras vidas. Debemos agradecer a Dios cada día por Su asombroso amor y la forma en que demostró ese amor al dar a Su único Hijo como el sacrificio perfecto por nuestros pecados.


Ore esta semana:

Señor Jesús, gracias por amarme tanto que fuiste a la cruz por mí. ¿Podrías por favor, ayudarme a desarrollar Tu tipo de amor sacrificado en mi vida?


¿Cree usted que puede realmente amar a otros de la manera que Dios Padre le ha amado?

Haga clic AQUÍ para hablar con alguien al respecto.

¿Le gusta este contenido?

¿Le gustó lo que acaba de leer? Suscríbase para recibirlo en su buzón como un e-mail

Suscríbase