Devocional Semanal

Las Palabras de Dios: Bondad

Palabras que transforman vidas.

Las Palabras de Dios: Bondad
on 23/01/2018

En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!

Gálatas 5:22-23

¿Está usted agradecido por la "bondad" de sus amigos? Tengo un gran amigo que siempre está haciendo cosas buenas por los demás: corta el césped de sus casas, les lleva a algún sitio, ora por ellos, o cualquier otra cosa que necesiten. No le importa sacrificarse y siempre se interesa por los demás. Sin embargo, esta palabra en particular, “bondad", tiene un significado adicional. Es más que solo ser bueno o hacer cosas buenas por otras personas. Obviamente, incluye eso, pero en realidad se refiere a esa cualidad en un cristiano, de estar dispuesto a hacer algo difícil por la vida de una persona. Un ejemplo de esto es cuando Jesús expulsó a los cambistas del templo. Habían convertido la casa de Dios en lo que Jesús llamó una "cueva de ladrones" y estaban dando una imagen equivocada de Dios. En realidad, le estaban robando al pueblo, que venía a Jerusalén para adorar y ofrecer sacrificios a Dios. Por lo que Jesús les sacó del templo. Él hizo lo correcto, algo bueno. Piense en la palabra "bondad" simplemente como hacer lo que es correcto. Esto no significa tener la libertad de señalar todas las cosas erróneas que vemos, sino más bien es la cualidad en un creyente de estar dispuesto a abordar las cosas que obviamente están mal en la vida de otro cristiano, cuando Dios les abre la puerta para hacerlo.

Yo pensaba que la “bondad” era solo hacer cosas buenas por la gente.

Hace varios años, una pareja joven que asistía a mi iglesia, eran novios y querían casarse. Así que un día me preguntaron si yo podía oficiar la ceremonia de su boda. Pero en el proceso de consejería con ellos, descubrí que ellos estaban viviendo juntos en inmoralidad abierta por lo que les hice ver que eso no era lo que Dios quería para sus vidas. Esa no era la forma de comenzar un matrimonio centrado en Dios. Yo les dije que no estaría dispuesto a casarles hasta que dejaran de vivir juntos por al menos 6 meses como una demostración de arrepentimiento personal y obediencia a Cristo. Desafortunadamente ellos se negaron y fueron a otra iglesia y consiguieron que otra persona les casara. Lo que hice fue duro, y aunque no aceptaron mi consejo, era lo correcto. En 1 Corintios 5:11, el apóstol Pablo advierte: "no se relacionen con ninguno que afirma ser creyente y aun así se entrega al pecado sexual..." Hay momentos en que simplemente, como cristianos, seremos llamados por Dios para abordar asuntos difíciles en la vida de las personas. Obviamente no podemos cambiar a las gente, pero muchas veces Dios nos usa para causar un impacto en sus vidas.

¿Realmente me corresponde a mi abordar cosas difíciles en la vida de otras personas?

Las personas que tienen el carácter de Cristo son personas que entienden que ser cristiano no siempre es fácil. Porque al amar verdaderamente a las personas, esto también significa que tal vez tengamos que tratar áreas de sus vida que son difíciles de abordar. Si un padre cristiano tiene un hijo que está haciendo algo mal, porque le ama, éste debe hablar con él/ella sobre eso. Las personas que yo realmente admiro son aquellas que están dispuestas a hablarme de áreas de mi vida que quizás yo necesite ajustar. Yo estuve en una reunión hace varios años e hice una declaración sobre alguien que no debí haber hecho. A la mañana siguiente, uno de los otros creyentes que estaba en esa reunión, habló conmigo acerca de lo que dije. Fue correcto de su parte el hacerlo y le amo con todo mi corazón por su amor hacia mí y por su disposición a ayudarme a ver un área de mi vida que necesitaba ser corregida. Romanos 15:14 (NVI) habla sobre esto cuando dice: "Por mi parte, hermanos míos, estoy seguro de que ustedes mismos rebosan de bondad, abundan en conocimiento y están capacitados para instruirse unos a otros."

En ese versículo, Pablo relaciona estar rebosante “de bondad” con "estar capacitados para instruirse unos a otros". Instruir significa advertir, hacer reflexionar a alguien, prevenirle y reprenderle suavemente. Este versículo nos anima a ser amables y firmes al mismo tiempo. Qué gran privilegio el que podamos tratar a las personas con bondad y honestidad al mismo tiempo. A la larga, ellos le amarán por su honestidad con ellos. Le agradecerán por amarles lo suficiente como para abordar diferentes áreas de su vida que necesitan corrección. Sea gentil, sea amable, sea cortés, y Dios trabajará profundamente a través de usted.


Ore esta semana:

Señor Jesús, ayúdame a encontrar formas para ser un buen amigo verdadero con los demás. Ayúdame a no tener miedo de abordar áreas de sus vidas que puedan necesitar corrección y a estar abierto a que también ellos puedan hablarme de la misma manera también.


¿Soy yo lo suficientemente fuerte espiritualmente, para ayudar a otra persona, o hay áreas en mi propia vida las cuales necesito corregir antes de poder ayudar a esa otra persona?

Haga clic AQUÍ para hablar con alguien al respecto.

¿Le gusta este contenido?

¿Le gustó lo que acaba de leer? Suscríbase para recibirlo en su buzón como un e-mail

Suscríbase