Una de las cualidades asombrosas de la Palabra de Dios es su poder para cambiar vidas. Cuando esté leyendo las Escrituras y llegue a un pasaje que tiene una lista de palabras o atributos, mire cuidadosamente esa lista. ¿Por qué? Esto significa que el escritor quiere asegurarse que el lector entienda la importancia de cada una de las cosas en la lista

¿Y qué de todas esas listas de pecados?

Cuando un autor hace una lista presentando malas cualidades, acciones o actitudes para los cristianos, es buena idea recordarlas y evitar lo más posible que se conviertan en un hábito. Los hábitos y comportamientos pecaminosos, a veces tonterías, pueden producir resultados perjudiciales y consecuencias en su vida.

Por ejemplo, yo se que si manejo en el lado equivocado de la carretera podría matar a alguien, o si me tomo una gaseosa cada hora, eventualmente perjudicará mi salud. Cuando usted vea una lista de conductas pecaminosas o dañinas en la Biblia, sepa que en realidad está ahí para protegerle de varias cosas que tendrán un impacto muy dañino en usted y en los demás.

En Gálatas 5:19-21, Pablo nos da una lista de 17 acciones dañinas específicas que debemos evitar. Debemos prestarle mucha atención para protegernos de un estilo de vida que produce resultados negativos.

¿Y las listas de las virtudes?

Una de las maneras que el autor usa para mostrarnos en qué debemos concentrarnos en desarrollar como creyentes, es a través de listas de cualidades espirituales positivas. Dios sabe que los atributos fuertes que Él está edificando en nosotros traerán increíbles beneficios para nuestras vidas. Una de esas listas positivas se nos presenta en Gálatas 5:22-23, la cual dice: “En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!”

Esta es una lista de características espirituales que el Espíritu Santo profundamente desea ayudar a cada creyente a desarrollar en su vida. El prestar atención a éstas es muy importante para el crecimiento espiritual de cada cristiano.

¿Cómo me ayuda el leer estas palabras?

Jesús hizo una declaración notable acerca de Sus palabras en Juan 6:63 cuando dijo: “Sólo el Espíritu da vida eterna; los esfuerzos humanos no logran nada. Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida.”

Dicho de una manera muy simple, Jesús dice que las "palabras" que Él decía tenían dos rasgos distintivos. Primero, note que son palabras "espirituales". Piense en ello de esta manera: cuando la palabra "espiritual" es usada en el Nuevo Testamento, simplemente significa "del Espíritu", o algo que el Espíritu Santo quiere desarrollar en nuestras vidas para protegernos de lo que es dañino para nosotros. El Espíritu siempre tiene nuestro mejor interés en Su corazón y nunca nos pedirá que hagamos algo que no sea para nuestro bien.

Además, note que Jesús dice que Sus palabras son “vida”, lo cual simplemente significa que "¡dan vida!" En la medida en que integremos las palabras de Dios a nuestra vida, éstas tienen una “naturaleza espiritual” que producirán “fruto espiritual” en nuestras vidas. El verbo “son” (“son espíritu y son vida”) en tiempo presente, lo que significa es que las palabras de Dios dan vida y continúan dando vida. Qué gran promesa: que al nosotros permitir que la Palabra de Dios se arraigue en nuestras vidas, estas palabras crearán constantemente la vida de Dios en nuestras vidas. Piense en ello de esta manera: las palabras de Dios crean la vida de Dios en mí. Las palabras de Dios producen los resultados de Dios en el creyente.

Este pendiente al devocional de la siguiente semana donde veremos en detalle las palabras en Gálatas 5:22-23. Trataremos de definir claramente lo que estas palabras “espirituales” significan y le ayudaremos a entender, ¡cómo estas palabras están destinadas a tener un impacto práctico que cambiará su vida! La primera palabra que estudiaremos será la palabra "amor". Esta es una palabra asombrosa en el Nuevo Testamento, ¡la cual usted no querrá perderse!