Las Palabras de Dios: Fidelidad
Palabras que transforman vidas.
En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!
Me encanta la palabra “fidelidad”. Si existe una cualidad que yo deseo siempre estar desarrollando en mi vida, es ser fiel a Dios. Es muy difícil serles útil a Dios si le somos infieles. La fidelidad es la idea de que alguien puede depender de nosotros para hacer algo por él o ella. Todos sabemos lo decepcionante que es cuando alguien nos dice que va a hacer algo por nosotros, pero luego no lo hace. Si alguien le dice que le recogerá a las 8:00 a.m. pero nunca aparece, dudo seriamente que usted vuelva a pedirle que venga por usted de nuevo. ¿Por qué? Porque la persona fue infiel en hacer lo que prometió hacer.
Yo tuve un gran amigo que recientemente falleció de cáncer en el cerebro. Solo vivió como un año luego que supo que tenía cáncer. Mientras se acercaba al final de su vida, muchos de nosotros nos turnamos para ir a su casa, visitarle en el hospital, pasar la noche con él y ayudar a su esposa a moverle y alimentarle. Unas personas podaron su césped, otros llevaron a sus niños a distintos lugares, otros prepararon comidas para ellos y fueron a pasar tiempo con la familia. Fue la fidelidad de estos amigos lo que ayudó a esta familia a superar un tiempo muy difícil en sus vidas.
Pero exactamente, ¿cómo define Dios la "fidelidad"?
La manera más fácil de entender esa pregunta es simplemente ver la vida de Cristo y cómo Él vivió. Él estuvo dispuesto a hacer exactamente lo que Su Padre quería que hiciera en todo lo que hizo. Él no se desvió de hacer lo que Su Padre lo envió a hacer ni una sola vez; morir por nuestros pecados. Jesús sabía plenamente cuál sería el enorme costo personalmente para Él, pero siempre fue fiel a la voluntad de Dios para su vida sin importar el costo. 1 Corintios 4:2 dice lo siguiente acerca de la fidelidad: “Ahora bien, alguien que recibe el cargo de administrador debe ser fiel”.
En otras palabras, si vamos a ser alguien en quien Dios confía para hacer lo que Él quiere que hagamos, debemos “ser fieles”. Nadie consideraría que un hombre (o mujer) es un(a) esposo(a) fiel si cada dos o tres años se divorcia de su cónyuge y busca otra persona con quien casarse. Ese sería un buen ejemplo de lo que significa ser infiel. A ninguno de nosotros le gustaría escuchar que su pareja matrimonial le fue fiel el 98% del tiempo. Eso sería tan malo como ser infiel todo el tiempo. Ser fiel es quedarse, permanecer y continuar con alguien sin importar cuán difícil pueda ser la vida en ocasiones.
Entonces, ¿cómo debo demostrar fidelidad en mi vida?
Bueno, la mejor manera de demostrar fidelidad es simplemente siendo obedientes a la Palabra de Dios. Nunca consideraríamos que alguien es un amigo fiel si siempre está haciendo cosas que nos hieren de alguna manera. Tal vez prometieron ayudarnos a terminar algo que estábamos construyendo pero luego nunca vinieron a ayudar como lo habían prometido. Para alguien que es un fiel seguidor de Cristo, la mejor forma de demostrar fidelidad a Cristo es sencillamente siendo obediente a Su Palabra. Jesús dijo lo siguiente en Juan 14:15: “Si me aman, obedezcan mis mandamientos”.
Esa podría ser una de las más simples y a la vez de las más importantes declaraciones en la Biblia porque define cómo Dios mide nuestro amor por Él. Si alguien es siempre desobediente a la Palabra de Dios, entonces en esencia no está siendo fiel a Él y realmente no ama a Dios. Si usted tiene niños, usted desea que le respeten, y la forma en que ellos le muestran respeto es obedeciéndole. Si usted es propietario de un negocio, la forma en que sus empleados le muestran respeto es estando más que dispuestos a hacer lo que usted les pide que hagan y haciendo un buen trabajo. La vida cristiana es igual. Dios el Padre nos llama a que simplemente le seamos fiel y lo somos cuando nos mantenemos obedientes a Su Palabra.
¿Tiene recompensa la fidelidad?
Por supuesto que la tiene. En Mateo 25:23 Jesús compartió una parábola sobre la fidelidad. Esto es lo que dijo a aquellos que eran fieles:
“El amo dijo: “Bien hecho, mi buen siervo fiel. Has sido fiel en administrar esta pequeña cantidad, así que ahora te daré muchas más responsabilidades. ¡Ven a celebrar conmigo!”
Nunca seremos decepcionados en cómo Dios recompensa la fidelidad, por lo tanto anímese porque usted realmente puede ser alguien a quien Él ve como un buen y fiel siervo.
Ore esta semana:
Señor Jesús, cuando la vida parezca traerme una prueba muy difícil, te pido que me ayudes a serte fiel durante la prueba para que Tú puedas ser glorificado en mi vida.
Si alguien pudiera mirar su vida, ¿le consideraría un fiel y leal siervo de Jesucristo?