Escrito por Athletes in Action.

En el 2002, el partido de cuartos de final de la Copa Mundial de la FIFA, Lúcio cometió un error que le permitió a Inglaterra anotar el gol inicial.  

"Dios nunca permitiría que eso me pasara a mí."

“El primer gol de Inglaterra fue mi culpa,” dice Lúcio. “Cuando salí del campo de fútbol ese día, alguien del equipo nacional Brasileño, que no es un cristiano, ni un amigo cercano, dijo algo que nunca olvidaré. Él dijo: “Dios nunca permitiría que eso me pasara a mí .” Ahora, si hubiésemos perdido 1-0, estoy seguro que la gente nunca hubiese olvidado que yo había fallado y que el equipo había perdido. Pero no resultó así." 

El equipo nacional Brasileño ganó el juego  y el torneo, y Lúcio fue uno de los tres jugadores que jugaron todos los 630 minutos del torneo.

“En el 2002, tuve la oportunidad de ser campeón y sin duda fue un momento especial,” dijo Lúcio. “Fue un tiempo en el que pude ver la mano de Dios todos los días. Ganar la Copa Mundial de la FIFA en el 2002 fue un sueño hecho realidad. Recuerdo estar en casa en el 1994, hace mucho años, cuando Brasil ganó la Copa Mundial de la FIFA. Aunque estaba lejos, nos imaginamos cómo sería ganar la Copa Mundial. En Brasil, todos sueñan con esto."

Dios nos fortalece

“Yo creo que Dios me ha mantenido en el equipo nacional Brasileño y me ha mantenido participando en grandes competencias.” dijo Lúcio, quién siendo el capitán del equipo, llevó a Brasil a la victoria en la Copa FIFA Confederaciones 2009 sobre los Estados Unidos, anotando el gol ganador. “Personalmente he escuchado gente decir muchas veces, “Tú eres feliz y alegre porque tienes dinero y juegas para un gran club, o para el equipo nacional o porque tienes buenas condiciones de vida.” Pienso que estas razones son totalmente falsas. Yo creo que el hecho de que yo juego para un gran club, que juegue en el equipo nacional, que tenga una esposa y familia que me apoyan, sólo me muestra que necesito a Dios aún más por la exigencias del club y el equipo nacional, y la atención que necesito darle a mi esposa e hijos. Aquí es donde más necesitamos a Dios, porque ÉL nos da grandes talentos y oportunidades, pero con ellos vienen grandes responsabilidades.”

"Siempre le digo a la gente, incluyendo a mi esposa e hijos, que primero debemos buscar a Dios y Él se encargará del resto", agrega Lúcio.

Dios hace cosas asombrosas 

“Independientemente de lo que usted tenga, quien usted es, donde usted juega, lo que usted hace, aparte de su trabajo o su profesión, Jesús le ama igual.” dice Lúcio. “Para mí, yo veo esto aunque gane o pierda. Ante los ojos de Dios, yo soy la misma persona y Él continuará amándome de la misma manera," dice Lúcio. "Dios conoce el corazón de cada persona y tiene un plan para cada uno de nosotros. Sin duda alguna, hoy puedo ver que Dios ha hecho cosas en mi vida que nunca hubiese imaginado.”

“Jesús dijo, 'Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede venir al Padre sino es por medio de Mí.' Pero todos pecamos y fallamos,” dice Lúcio. “Dios me dio una segunda oportunidad, hizo un sacrificio por mí en la cruz y me aceptó como Su hijo.”

“Si yo sólo tuviera el fútbol, fama o títulos, pero no tuviera a Dios, yo no sería feliz. Yo creo que para ser feliz, usted tiene que estar bien con Dios. Usted tiene que estar buscando de Dios y caminando con Él.” 

Este artículo es cortesía de  Athletes in Action, un ministerio de  Cru. ©2018

Para leer más acerca de la historia de Lúcio por favor, visite http://www.theprize.com/.