Todos han pecado contra Dios. La Biblia es muy clara en esto: “No hay ni un solo justo, ni siquiera uno.” (Romanos 3:10) ¿Entonces, qué puede hacer cuando reconoce que es pecador?

Dios Prometió Salvación

Como humanos, es natural pecar. Nos apartamos de Dios, escogiendo pecar en vez de vivir la vida que Dios quiere para nosotros. Desde el principio, Dios ha tenido un plan de salvación para nosotros. El profeta Isaías escribió en la Biblia acerca del Salvador. “Yo te haré luz para los gentiles, y llevarás mi salvación a los confines de la tierra.” (Isaías 49:6)

Esta promesa se cumplió en Jesucristo. Dios envió a su Hijo, Jesús, en forma de un ser humano. Jesús vivió una vida sin pecado y le enseñó a la gente cómo vivir en obediencia a Dios. Él fue el que pagó por nuestros pecados cuando sacrificó su vida y murió en la cruz. Sin embargo, el poder de la muerte no lo pudo detener. Él resucitó de entre los muertos. Cuando creemos en Jesús, Él promete perdonar nuestros pecados y darnos vida eterna. Haga clic aquí y aprenda cómo recibir el perdón y la salvación de Dios.

La Salvación Es Para Todos

No importa cuán terrible parezca su vida, Dios le puede ayudar. Cuando usted acepta la salvación de Dios a través de Jesucristo, Dios puede rehacer su vida para que pueda vivir la vida que agrada a Dios. ¡Ya no tiene que ser esclavo del pecado y de la muerte! La palabra de Dios le dice: “…más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.” (Romanos 12:2)

La Salvación es la Vida Eterna

En una oración, Jesús describe el camino a la vida eterna: “Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.” (Juan 17:3) Si usted conoce a Dios y ha aceptado a Cristo, usted tiene garantizado el amor de Dios para toda la eternidad. Cuando vivimos nuestra vida en Dios, por fe, Sus recompensas eternas son increíbles. Recuerde: “En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.” (Hebreos 11:6)