Tengo una confesión que hacer. Un día, mientras conducía, le hice un gesto grosero a otro conductor que casi había causado un accidente. ¡Pero después recordé que tenía una calcomanía de la iglesia en el parachoques de mi auto! De todos modos no tenía ninguna excusa para ser irrespetuoso; pero, me pregunté, ¿cómo me atrevo a ser grosero casi literalmente en el Nombre de Jesús?

No puedo evitar Equivocarme

¿Alguna vez ha tenido una experiencia similar? Si así es, usted está en buena compañía: el Apóstol Pablo escribió: “Quiero hacer lo que es bueno, pero no lo hago. No quiero hacer lo que está mal, pero igual lo hago”. (Romanos 7:19) Solo la gracia salvadora de Dios a través de Jesucristo nos permite ser perdonados, y nos ayuda a alejarnos del pecado. Pablo continúa y aconseja: “No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas..." (Romanos 12: 2) No debí haber reaccionado de manera mundana cuando estaba asustado. Debí seguir el ejemplo de autocontrol de Jesús.

Luz del Mundo

Jesús dijo a sus seguidores: “Ustedes son la luz del mundo” (Mateo 5:14). Así que “vivamos con decencia a la vista de todos". (Romanos 13:13) Nunca se sabe cuando hay alguien observándonos. Si un cristiano repite el mismo pecado una y otra vez, ¿qué clase de testimonio tiene? Pero si vivimos para Jesús, podemos ser un ejemplo divino para aquellos que nos rodean, incluso en lugares donde no es seguro hablar de Él.

Verdaderos Discípulos

Debemos esforzarnos por vivir de manera que los no creyentes quieran el amor que tenemos. Jesús dijo: “El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos” (Juan 13:35), y que “cuando producen mucho fruto, demuestran que son mis verdaderos discípulos”. (Juan 15:8) San Pablo explicó que este “fruto espiritual” es: “amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio". (Gálatas 5:22-23) Vivir con estas cualidades de Dios, glorifica al Padre y puede animar a los no creyentes a querer saber más acerca del Señor.

Lo que atrae a los Demás

Jesús nos llama a atraer personas hacia Él y hacia el Padre a través de nuestro estilo de vida positiva. ¡Los no creyentes deberían querer ser como nosotros!

¡Jesús dice que debemos comenzar haciendo, en vez de predicando! Él también dice que si hacemos cosas malas, ¡alejaremos a las personas de Jesús! Si bien no debemos escondernos ni avergonzarnos de nuestra fe, Jesús también deja claro que no debemos jactarnos del bien que hacemos. Debemos humildemente dar gloria a Dios en todo lo que hacemos.

Podemos comenzar pidiéndole al Señor que nos ayude a eliminar todo pecado evidente en nuestra vida que pueda alejar a nuestros amigos o vecinos de Jesús. Por supuesto, debemos esforzarnos por eliminar TODOS los pecados de nuestras vidas, empezando con los más evidentes (como jurar, hacer trampas, bromas sucias, flirtear y el abuso de sustancias), para que no obstaculice nuestro testimonio.