Al comienzo de un nuevo año, establecemos nuevas resoluciones, nuevas metas, nuevos proyectos, nuevas expectativas. Muchas personas regresan al gimnasio, comienzan a comer más saludablemente y toman mejores decisiones por sí mismos. Sin embargo, nos olvidamos que Dios tiene un plan para nosotros, que independientemente de nuestras metas, si las logramos o no, Su plan es perfecto y nunca falla. ¿Por qué? Porque es SU plan y Él nos ama tanto que cada detalle de Su plan está destinado a que tengamos éxito.

Nuestros Deseos y Metas

Cuando entregamos nuestras vidas al Señor y Sus planes se convierten en los nuestros, estamos listos para el éxito. Al alinear nuestros corazones con Él, Él nos da los deseos de nuestros corazones lo cual nos ayuda a confiar en Él y ver cómo, sin lugar a dudas, Él nos ayuda a lograr las metas. La clave para esto está en la segunda palabra de la primera oración de este párrafo. Entregamos. Entregar.

Estamos tan ansiosos por hacer nuestras listas para lo que queremos lograr, pero muchas veces nos olvidamos de incluir a Dios en nuestros planes. Queremos controlar las cosas. No se trata de hacer una lista y luego compartir con Él en oración, "oh Señor, ayúdame con..." Es en obediencia a Él, en oración, pidiéndole primero, que nos conceda Sus deseos para nosotros. Está es la diferencia.

Lea Salmos 37:4-5 nuevamente (al comienzo arriba). Note que dice claramente "él te concederá los deseos de tu corazón..." Muchas personas leen eso y piensan que Él nos concede todos nuestros deseos. ¡No nos equivoquemos! Lo que esto significa es que Él inculca en nosotros, los deseos, dentro de Su plan, que Él tiene para nosotros.

Cuando dejamos de tratar de controlar lo que deseamos, cuando dejamos de vivir para cumplir nuestra propia agenda, y en vez, vivimos con un propósito de acuerdo a Su plan, podemos relajarnos. Podemos entregarnos a Él. ¡Hay una inmensa alegría en dejar que nuestro Padre cuide de nosotros! El apóstol Pablo nos dice que estemos "siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense!" (Filipenses 4:4)

En oración, podemos ir ante Él y decirle, "Señor, quiero seguir Tu plan. Quiero regocijarme en Tu amor hacia mí. Revela Tu plan para mi para así yo poder seguirlo." Cuando hacemos esto, podemos deleitarnos en Él y al hacerlo, Él ayuda a nuestros corazones a alinearse con Su plan para nosotros. Una vez que esto sucede, Sus deseos para nosotros se convierten en nuestros y nuestras metas son las de Él.

Sus Planes para Usted

Dios tiene un plan perfecto para cada uno de nosotros. Eso mi amigo(a), ¡le incluye a usted! Alínie su corazón en Él y Él dará los resultados de Su plan.

¿Se ha sentado usted este año a escribir sus resoluciones de Año Nuevo? ¿Incluyó a Dios en sus planes? Si lo ha hecho o no, le invito a pedirle al Señor que le abra su corazón y le ayude a revisar sus resoluciones y sus planes, desde la perspectiva de Él. Le animo a tomar un tiempo en oración y pedirle que le de los deseos de su corazón. Pídale que le de los deseos que Él tiene para usted, de acuerdo a Su plan.

¡Regocíjese en Él! ¡Regocíjese en el plan perfecto que Él tiene para usted! Recuerde, cuando usted lo hace, usted comienza a querer lo que Él quiere para usted. Usted comienza a desear más de Él, más de lo que Él tiene planificado para usted. ¿Con qué sueña usted? ¿Qué desea? ¡Pídaselo a Él hoy!