Devocional Semanal

Perdone, Cuantas Veces Sean Necesarias

Jesús nos enseñó a orar, “perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden”.

on 23/05/2016

“Aun si peca contra ti siete veces en un día, y siete veces regresa a decirte “Me arrepiento”, perdónalo.”

(Lucas 17:4)

Hace cinco años cuando nuestra hija nació, estuve muy enfermo con una infección que casi me lleva a la muerte. Un doctor no creía que yo tenía ningún problema y se burló de mí. Él, groseramente nos envió a casa sin ni siquiera haberse molestado en averiguar lo que estaba mal. Por lo que a los dos días, estaba de regreso en el hospital, gritando, con el dolor más intenso que he tenido en mi vida. Les tomó 12 horas encontrar lo que estaba pasando. Lo que sucedió produjo otras complicaciones. Demás está decir, que fue bastante difícil para mi familia y para mi, perdonar a aquel doctor.

Perdone a Otros

Jesús nos enseñó a orar, “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.” (Mateo 6:12) Entonces sabemos que Dios nos perdonará cuando nosotros perdonemos a otros. Pero ha sido difícil seguir el consejo del Apóstol Pablo donde dice, “Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia”. (Efesios 4:31) De hecho, a veces cuando recordamos la situación nos enojamos tanto, ¡que tenemos que volver a perdonar al doctor! Pero le perdonaremos cuantas veces sean necesarias. Jesús nos enseñó, “A quienes les perdonen sus pecados, les serán perdonados; a quienes no se los perdonen, no les serán perdonados” (Juan 20:23), y no queremos que la falta de perdón se quede con nosotros por el resto de nuestras vidas.

Imite a Cristo

El perdón genuino es difícil. Involucra sacrificio de parte de los que han sido afectados. Pero Pablo nos instruye: “Por tanto, imiten a Dios, como hijos muy amados” (Efesios 5:1), y nuestro Señor dijo “esta es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos para el perdón de pecados” (Mateo 26:28). Si vamos a ser como Jesucristo, debemos estar dispuesto a sacrificar y perdonar – muchas, muchas veces si es necesario. Cuando caminamos siguiendo Sus pasos, otros pueden aprender que tu, Señor, “eres tan bueno, estás tan dispuesto a perdonar, tan lleno de amor inagotable”. (Salmos 86:5)


Ore esta semana:

Padre, gracias por Tu amor y Tu perdón. Te pido Señor, por favor me ayudes a perdonar a aquellos que me han ofendido. Padre, guárdame de todo rencor y falta de perdón.


¿Está usted guardando rencor en su corazón? ¿Existe alguna persona a la cual a usted se le hace difícil perdonar?

Haga clic AQUÍ para ayudarle.

¿Le gusta este contenido?

¿Le gustó lo que acaba de leer? Suscríbase para recibirlo en su buzón como un e-mail

Suscríbase