¿Por qué debemos huir del pecado sexual?
El lugar adecuado para el sexo es entre un esposo y una esposa. Fuera de esa relación, el sexo es destructivo para usted y para los demás, al igual que un fuego fuera de control.
“¡Huyan del pecado sexual! Ningún otro pecado afecta tanto el cuerpo como este, porque la inmoralidad sexual es un pecado contra el propio cuerpo. ¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios? Ustedes no se pertenecen a sí mismos, porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo.”
El fuego proporciona calor, luz y bienestar. Pero si el fuego se sale de control, puede destruir su hogar, sus pertenencias e incluso su vida. El sexo es similar a esto. El lugar adecuado para el sexo es entre un esposo y una esposa. Fuera de esa relación, el sexo es destructivo para usted y para los demás, al igual que un fuego fuera de control.
Aquí hay 3 razones importantes para evitar el pecado sexual:
1. El Sexo Afecta Nuestro Cuerpo, Mente y Espíritu.
Dios nos creó con un cuerpo, una mente y un espíritu. Estas partes de nosotros están completamente entrelazadas. Cuando usamos nuestros cuerpos para hacer cosas fuera de la voluntad de Dios, no sólo se afecta nuestro cuerpo, también se afectan nuestra mente y nuestra alma.
2. El Pecado Sexual Ofende A Dios
Dios quiere que evitemos el pecado sexual. 1 Tesalonicenses 4:3 dice: "La voluntad de Dios es que sean santos, entonces aléjense de todo pecado sexual." Cuando conoció a Cristo, Su Espíritu vino a vivir en usted. Cuando pecamos sexualmente, somos, en cierto modo, "llevados por la corriente" - a un lugar que Dios nos dice que no vayamos. Después que el rey David confesó su pecado sexual, se dirigió a Dios, diciendo: "Contra ti y solo contra ti he pecado; he hecho lo que es malo ante tus ojos.” (Salmos 51:4)
3. El Sexo Perjudica A Otros
Jesús dijo: "Pero si hacen que uno de estos pequeños que confía en mí caiga en pecado, sería mejor para ustedes que se aten una gran piedra de molino alrededor del cuello y se ahoguen en las profundidades del mar." (Mateo 18:6) El Señor usa un lenguaje muy fuerte aquí, porque nuestra responsabilidad como Sus seguidores es enseñar a otros el comportamiento santo que Le glorifica. Guiar a otro creyente al pecado es exactamente lo contrario de lo que debemos hacer.
Cuando creemos amar a alguien, y somos tentados a guiarles a pecar, tenemos que preguntarnos si lo que sentimos por esa persona es realmente amor. Después de todo, Dios nos revela que el amor es paciente, no es egoísta, y que no se complace en la maldad. Por otro lado, el amor espera pacientemente, con las mejores intenciones hacia la otra persona. (1 Corintios 13: 5-7, Efesios 5: 25-28)
¿Cómo Dejamos El Pecado Sexual?
Dios siempre nos da esperanza y una salida (1 Corintios 10:13). Cualquier cosa que usted haya hecho, sepa que Dios siempre está dispuesto a perdonar (1 Juan 1:9).
Ore esta semana:
Señor, gracias por recordarme que como Tu has pagado un precio por mí, yo no soy mi dueño. Ayúdame, a través del poder de tu Espíritu Santo, a glorificarte con mi cuerpo y en todos y cada uno de los aspectos de mi vida. Dame el valor para buscar la ayuda que necesito para romper el poder del pecado sexual que me está tentando o atrapándome.