Si usted tiene problemas en su vida y experimenta sufrimiento, no está solo. Piense en la historia de José. (Génesis 37, 29-50). De los doce hijos que tenía su Padre, él era el hijo favorito. Él llegó a ser la segunda persona más importante del gobierno del faraón en Egipto. Él salvó al mundo antiguo de la hambruna. ¡José era un hombre que contaba con el favor de Dios!

¿Se ha dado cuenta qué es lo que resaltaba en esta historia? En ciertas partes de la historia es fácil ver el favor de Dios en la vida de José. ¿Pero, quién puede olvidar la traición de sus hermanos? Quienes lo vendieron a que sea llevado como esclavo. ¿Cómo su pureza e integridad fue probada en la casa de su amo? Como fue puesto en prisión por algo que el no hizo. Por lo tanto, no hay duda que José sufrió y el gran sufrimiento que él tuvo fue parte importante del plan de Dios.

Note que:

1. El plan de Dios era más grande que el de José. De otra forma ¿Cómo se hubiese predicho la forma en la que Dios iba a salvar a Egipto e Israel?
2. Los sufrimientos de José no representan el fin de la historia. Trece años de sufrimiento es terrible. pero el mismo José dijo que se olvidaba de todos los problemas que tuvo (Gen 41:51).
3. Las experiencias duras de José le trajeron gran paz y perspectiva acerca de la naturaleza de Dios. (Gen 45:7-8, Gen 50:20)
4. Los que leen esta historia recuerdan que “El Señor estaba con José.” (Génesis 39:3, 23)

Cuando estoy pasando por un momento difícil, puedo elegir leer mi propia historia y ver la nota que dice “El Señor estuvo con el/ella.” De hecho, a veces se siente como que Dios no está conmigo. ¿Es esto diferente a lo que sentía José? ¿Se sintió él que estaba fuera del favor de Dios cuando sus hermanos lo vendieron para ser esclavos? o ¿Cuándo fue a la cárcel por algo que no hizo? Ya sea que él se sintió así, o no, el entendió que sus problemas no reflejaban lo que Dios tenía para él. El se dijo a sí mismo “... pero Dios dispuso todo para bien. Él me puso en este cargo para que yo pudiera salvar la vida de muchas personas." (Gen 50:20)

Su historia nos recuerda que los tiempos difíciles no significan que Dios esté enojado con nosotros. ¡El tiene planes más grandes para nosotros! Dios continúa escribiendo la historia. Cierto tipo de consuelo viene solamente cuando atravesamos situaciones difíciles, y por causa de esa historia, tenemos que continuar y pasar por dichas dificultades. ¡Piense en José, y cuán insignificante sería su historia si supiéramos solamente las partes cómodas o “buenas” de la misma!