El perdón libera. ¡Usted está libre del poder del pecado y la muerte en su vida, a través de Jesucristo! Usted también puede sentir esa misma libertad cuando usted perdona a los demás.

El Perdón de Dios

Ser liberados del pecado es estar libres del sentimiento de culpa. Tenemos esta libertad mediante el perdón de Dios a través de Jesucristo. Dios “...es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados” (Efesios 1:7). Usted puede estar seguro que la gracia de Dios está trabajando en su vida: “pero si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9). Cuando usted es perdonado, usted podría sentir alegría y la sensación de que una gran “carga” (Mateo 11:28) ha sido removida de su vida.

Perdonando a los Demás

El apóstol Pablo le recordó a los cristianos, “...el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros” (Colosenses 3:13). En el pasaje de Romanos 8:2, Dios conecta al pecado con la muerte. Para entender verdaderamente lo que eso significa, tenemos que darnos cuenta que todo pecado nos lleva a la muerte. Aún los sentimientos de ira que tenemos cuando alguien nos ofende, son destructivos. Se ha dicho que el no perdonar es “como tomarse un veneno y esperar que la otra persona se muera”.

Usted podría sentir liberación y felicidad cuando piensa en perdonar. O tal vez, usted sienta que alguien no merece ser perdonado. Pero véalo de esta manera; el perdonar a alguien que le ha ofendido, le permite a usted continuar con su vida a la vez que confía en la justicia de Dios. Libere su mente para que pueda enfocarse en amar a Dios y en vivir la vida que Él quiere para usted.

Si alguien injustamente, está aprovechándose de usted, o incluso esté siendo abusivo, por favor busque ayuda. El perdonar a alguien y buscar protegerse no se excluyen mutuamente. En muchos casos, revelar la verdad (incluso el permitir que las consecuencias legales le ocurran a una persona abusiva), podría ser lo más liberador que se puede hacer por esa persona, así como para usted.

La Libertad No lleva un Registro

Dios nos ama y no usa nuestros pecados en nuestra contra. “Llevó nuestros pecados tan lejos de nosotros como está el oriente del occidente” (Salmos 103:12). No podemos “...guardar rencor en contra…” de otros (Marcos 11:25). El amor “...no lleva registro de las ofensas recibidas” (1 Corintios 13:5). Usted puede obtener la libertad de Dios aceptando Su perdón. Luego de tenerla, compártala con otros.