¿Por qué querría seguir a alguien?

“Los alumnos no son superiores a su maestro, y los esclavos no son superiores a su amo.” (Mateo 10:24)

Nuestro Dios todopoderoso, tomó forma de siervo, para alcanzarle a usted, a mí, y a todo el mundo. Nosotros podemos ser seguidores de Jesús. Recuerde que nunca ha existido otra persona como Jesús. Él nos lleva directamente a la presencia de nuestro Padre celestial.

Jesús es perfecto en Su amor por los demás, Su poder sobre el mal, Su compasión por las personas, y Su odio hacia el pecado. Su comprensión no tiene fin, y Su gozo es profundo. Mientras Él vivió en la tierra, Él atrajo a todo tipo de personas hacia Sí mismo. Su presencia era como un magneto para aquellos que necesitaban esperanza. Él representa todo lo bueno, y las personas querían estar a Su alrededor. Él es verdaderamente único, lleno de esperanza, amor, confianza y perdón.

Nosotros nos Parecemos a la Persona en la cual Pensamos, Apreciamos y Confiamos

“Pero los que hacen lo correcto se acercan a la luz, para que otros puedan ver que están haciendo lo que Dios quiere.” (Juan 3:21)

¿Alguna vez se ha fijado en un grupo de patitos y la mamá pato? Ellos siguen a la mamá sin pensar hacia dónde los está guiando. Ellos forman una línea detrás de ella, manteniendo el paso lo mejor que pueden. Por alguna razón, los veo como un ejemplo perfecto de lo que es un discípulo.

Para los patitos, ellos saben la importancia de poder ver a su mamá en todo momento y no se detienen ante nada. Se sienten perdidos sin ella y se preocupan cuando no la pueden encontrar. Ellos están satisfechos con tan solo poder verla. Ellos están “haciendo lo correcto” con tan solo observar su caminar, nadar, comer, y luego imitarla. Tenemos mucho que aprender. Nosotros somos como estos patitos y tenemos un leader perfecto y amoroso.

¿Nosotros somos como Él es?

“Entonces Dios dijo: «Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, …” (Génesis 1:26)

Dese cuenta que ESTAMOS hecho a imagen de Dios. Le anhelamos. Podemos conocerle más y más. Hemos sido creados para seguirle. Siguiendo a Dios es dónde vamos a prosperar, crecer, vivir y encontrar el verdadero placer. Cuando seguimos a Jesús, nos convertimos en Sus discípulos.