Devocional Semanal

Tres Desafíos que Enfrenta la Persona Perfeccionista

Cómo lidiar con el deseo de ser perfecto en todo

Tres Desafíos que Enfrenta la Persona Perfeccionista
on 09/05/2015

“...Pues esas reglas son solo sombras de la realidad que vendrá. Y Cristo mismo es esa realidad. Podrán parecer sabias porque exigen una gran devoción, una religiosa abnegación y una severa disciplina corporal; pero a una persona no le ofrecen ninguna ayuda para vencer sus malos deseos.” Colosenses 2: 17,23

A veces, es difícil ser sinceros sobre nuestro pecado y perdonarnos a nosotros mismos. Es casi tan difícil como perdonar a los demás. Inclusive, algunos de nosotros admitimos que es difícil amar a Dios cuando las cosas que suceden en la vida no son perfectas. Estos sentimientos demuestran cómo la presión del legalismo (apegarnos a las reglas) y el perfeccionismo (el deseo de perfección) dañan nuestra identidad y nuestra relación con Dios y con los demás. Dejemos que la palabra de Dios quite el peso de estos desafíos:

1. Siendo honesto sobre su pecado.

Usted es admirado por su arduo trabajo y los resultados. Debido a esto, ¿Se le hace difícil ser honesto cuando tiene que admitir sus equivocaciones? Puede que parezca que tiene muy poco para confesar pero, a veces, parece ser el fin del mundo cuando descubre que la raíz de sus acciones, es el pecado. Si el equivocarse le provoca desesperación, usted puede estar cayendo en la trampa del perfeccionismo. Recuerde que Jesús vino a salvar a los pecadores (1 Timoteo 1:15, Lucas 15;2). Él llamó, solamente a aquellos que reconocían que eran pecadores (Marcos 2:17). El compañerismo con Dios depende de que verdaderamente nosotros enfrentamos y confesamos nuestro pecado. (1 Juan 1:7-9)

2. Perdonando a los demás

Los perfeccionistas tienden a juzgar a los demás por sus malas acciones y se justifican a ellos mismos con sus buenas intenciones. En Mateo 23:4 Jesús lo describe de esta forma: “Aplastan a la gente bajo el peso de exigencias religiosas insoportables y jamás mueven un dedo para aligerar la carga.” Jesús, en la parábola de los dos deudores, muestra que aquellos que han sido perdonados deben perdonar (Mateo 18:21-35). El amor verdadero, no la perfección, es la marca de un cristiano, (Juan 13:35) y el amor no lleva cuenta de los agravios (1 Corintios 13:5).

3. Amando a Dios a pesar de

Esto es lo más difícil de admitir, aún a nosotros mismos, pero representa la raíz para los demás problemas. ¿Está Dios cumpliendo con Su parte? Usted puede orar y trabajar pero no recibe bendición. Siente que su caminar con Dios le hace merecedor de la bendición, pero esta bendición nunca llega. ¿Ha hecho algo malo que lo haya descalificado? Debe sentirse aliviado de saber que nosotros no controlamos a Dios de esta manera. Aunque el Antiguo Pacto promete bendición a todos los que obedecen la ley de Dios, también promete maldición a los que desobedecen. (Deuteronomio 27:26). El nuevo Pacto de Dios es la misericordia con todos los que creen. No hay condiciones (Juan 1:12, 3:16). El confiar solamente en Cristo significa dejar de confiar en sí mismo.


Ore esta semana:

Para que Dios le muestre claramente, lo que significa descansar totalmente en la obra completada de Cristo. (Hebreos 4:10)

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