Tres Razones para Amar a sus Enemigos
Por Qué usted NO debe Vengarse
“No teman a los que quieren matarles el cuerpo; no pueden tocar el alma. Teman solo a Dios, quien puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno."
En el devocional anterior vimos cómo Jesús demostró cómo amar y perdonar a nuestros enemigos. Aquí encontrará tres razones adicionales para amar a nuestros enemigos:
La Venganza es Asunto de Dios
Estimados amigos, nunca tome venganza. Entrégueselo a la ira santa de Dios. La Biblia dice: “Yo tomaré venganza; yo les pagaré lo que se merecen, dice el Señor.” (Romanos 12:19)
Cuando alguien nos ha herido, nuestra naturaleza es querer herirle también. Pero Dios dice que dejemos que Él se encargue de eso. Primero que nada, Él sabe, mucho mejor que nosotros, lo que alguien hizo mal y lo que esta persona se merece. Él es justo, y sus juicios y decisiones son 100% correctos.
Cuando humanos imperfectos tratan de vengarse o impartir “justicia”, esto se convierte un círculo vicioso que va escalando y no tiene final. En su forma más completa, esto se conoce como “guerra”.
Se trata de la Eternidad
En Mateo 10:28, Mateo muestra que nuestro enfoque principal no es esta vida terrenal (que de acuerdo a Santiago 4:14, es como un “vapor”), si no en la eternidad. Si alguien le hiere, le roba algo, o le asesina, nada de eso es importante a la luz de la eternidad.
Dios le ha prometido a Sus hijos que viviremos en un lugar perfecto, libre de la escasez, las preocupaciones, los miedos y el luto. Ningún humano nos puede quitar eso, por lo tanto, cuando alguien nos ataca, no hay razón para desquitarse.
Nosotros Seremos Recompensados
“Ustedes, por el contrario, amen a sus enemigos, háganles bien y denles prestado sin esperar nada a cambio. Así tendrán una gran recompensa y serán hijos del Altísimo, porque él es bondadoso con los ingratos y malvados.” (Lucas 6:35)
Dios nuevamente, nos da el ejemplo: Él es bueno con los ingratos y los malvados. ¿Qué derecho tenemos a no ser tan bondadosos como Dios?
Sabemos que el cielo será maravilloso. Y también sabemos que aquellos hijos de Dios que sigan Sus mandatos aquí en la tierra, disfrutarán de mayores recompensas en el cielo. Podemos vivir siguiendo los mandatos de Dios en el poder del Espíritu Santo; tratando a las personas con amor y bondad, especialmente a nuestros enemigos. Podemos confiar en que Él se glorificará y nos bendecirá con recompensas celestiales.
Ore esta semana:
Señor, por favor ayúdame a amar en vez de tratar de tomar venganza. Confío en Tu juicio y mantendré mi mirada enfocada en la eternidad.